Cumplieron un nuevo aniversario de haber sido declaradas Patrimonio de la Humanidad El pasado 27 de abril se conmemoró una fecha especial para las misiones jesuíticas de Paraguay, pues hace 24 años dos de ellas, la de Jesús de Tavarangüe y la Santísima Trinidad del Paraná, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Este acontecimiento representa una magnífica oportunidad para visitar estos lugares tan emblemáticos para el desarrollo de la fe tanto de los paraguayos como del resto de Sudamérica, aspecto que en alguna ocasión fue hasta destacado por el propio papa Francisco, el primer pontífice jesuita de la historia y de origen latinoamericano.
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En cuanto a la misión jesuítica de la Santísima Trinidad del Paraná, su mayor atractivo tiene que ver con que se trata de la mejor conservada de Paraguay, al tiempo de ser la más extensa.
Se encuentra ubicada en una colina a 28 kilómetros al noreste de Encarnación en el distrito de Trinidad en el departamento de Itapúa. Se accede a ella desde la Ruta 6, destaca la Secretaría de Turismo de Paraguay.
Esta misión fue fundada en el año 1706 y 20 años después contaba con 3.000 indígenas guaraníes.
Al recorrerla es posible maravillarse con la Plaza Mayor y un museo jesuítico que cuenta con esculturas y una maqueta de la misión, además de deslumbrarse con algunas partituras musicales, fiel reflejo de la música en ese lugar durante aquel tiempo.
La otra destacada es la misión jesuítica guaraní Jesús de Tavarangüe, también ubicada en el actual departamento de Itapuá. Fundada algunos años antes, en 1685 por el jesuita Gerónimo Delfín. Hacia 1750 también tenía unos 3.000 pobladores.
En esta misión, recuerdan las autoridades turísticas, se empezó a construir una de las iglesias más grandes de la época y que quedó abandonada e inconclusa por la expulsión de los jesuitas en el año 1768 de parte del rey Carlos III de España.
Además de estas misiones reconocidas por la Unesco, también se destacan la Misión de San Cosme y San Damián, que terminan dándole un carácter de suma riqueza cultural y patrimonial a un lugar emblemático de Paraguay erigido como uno de sus principales atractivos turísticos.
Finalmente, la propia Secretaría de Turismo menciona los avances en cuanto a la creación de un circuito integrado por más de 30 pueblos que poseen pasado jesuítico tanto en Argentina, como en Brasil, Uruguay, Bolivia y el propio Paraguay para seguir plasmando el sueño de la consolidación de la Ruta Jesuítica Internacional.