“En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios”. (Mat 21,31)
Contrariamente a lo que podríamos pensar, las prostitutas no figuran siempre en la Biblia como mujeres entregadas al exceso o a la lujuria. Algunas de ellas guiaron, a su manera, al pueblo de Dios por el camino de la Verdad y de la Salvación.