Un clásico de las Fiestas en Buenos Aires
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Sean los Pan Dulce para Navidad, o los huevos de Pascua para la Semana Santa, las monjas benedictinas de la Abadía de Santa Escolástica son un clásico de las Fiestas en Buenos Aires. Desde su monasterio en Victoria, Gran Buenos Aires, elaboran productos con los que comparten su espiritualidad a cientos de familias.
Además de los tradicionales huevos, las religiosas hacen para la Pascua artesanías chocolate con distintas formas y colores, como conejos, casas y flores. Además de las infaltables roscas de pascua tipo vienesas, galletitas, entre otras delicias.
“Es que los productos de Santa Escolástica….son de Santa Escolástica”, reconoce una madre de familia dispuesta a hacer una larga fila para esta Semana Santa en la Abadía en Victoria. Las filas se pueden también ver en el local de la Ciudad de Buenos Aires en el que se comercializan. Es que para el que sabe del sabor de estos productos con más de 15 años de experiencia cualquier espera vale la pena.
Y las monjas saben lo que logran. “Pascua es la fiesta más importante de los cristianos. Es el misterio central de nuestra fe. Toda nuestra vida vivimos en función de la Pascua. Estos días nos preparamos especialmente desde la oración y la celebración litúrgica. Como vivimos del trabajo de nuestras manos, tratamos de hacer llegar el mensaje espiritual no sólo con la oración sino también a través de las cosas que hacemos”, relató al diario Clarín la hermana Mercedes.
Cada producto tiene un toque distintivo. No hay uno igual. En los huevos, en las roscas, durante la época de pan dulce en los pan dulces… Tienen detalles detrás de los cuales se puede advertir el amor de las monjas. “Queremos que a todo aquel que le llegue un producto de las monjas reciba a través de lo material la bondad y la belleza del amor de Dios. Que nuestros trabajos puedan elevar el alma”, le confesó la hermana Mercedes a ese diario.
Acompañan ese amor comunicado en los detales orden e higiene, atributos inmediatamente advertidos en la cocina de las hermanas, pese a la inmensa cantidad de productos que elaboran en simultáneo.
Como las mismas hermanas explican en su sitio de internet, la costumbre de regalar huevos en Pascua de Resurrección tiene su origen en el siglo IV, al término de la cuaresma. Pero recién serían de chocolate a comienzos del siglo XIX. “El huevo representa la Resurrección, ya que por fuera parece algo inanimado, como una piedra, pero por dentro encierra vida. Su cáscara representa el sepulcro donde Jesús descansó durante tres días. El romper la cáscara el Domingo de Pascua, simboliza al Señor resucitando victorioso del sepulcro”, explican las religiosas. Hay huevos y artesanías en chocolate para distintos presupuestos, con chocolate nacional o belga, pero todos únicos.
Las hermanas acompañan su propuesta dulce con una intensa vida de oración que abren a quienes quieran participar con ellas de la liturgia de las horas, cantada y celebrada con emocionante solemnidad. También organizaron para esta Semana Santa un Ciclo de Charlas abierto para vivir tanto la cuaresma, el triduo pascual, como el tiempo de Pascua.
Además de las artesanías culinarias tan populares en Navidad y Semana Santa, las hermanas benedictinas de Santa Escolástica cuentan con un taller de ornamentos litúrgicos, taller de arte ornamental, de encuadernación, y un popular servicio de imprenta: participaciones para bodas.
Más información y horarios y lugares de venta de sus productos, http://santaescolastica.com.ar/.