Aumenta en un 90% los migrantes mexicanos fallecidos en el desierto
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Si bien en estos tres últimos años, el número de mexicanos que regresa a su país (o es deportado) es menor que el que ingresa a Estados Unidos de forma ilegal, también es cierto que en el último año, la muerte de migrantes mexicanos en la frontera norte aumentó en 90 por ciento.
Según información de los consulados mexicanos en Estados Unidos, en el último ejercicio 2015-2016, se registró un aumento de 90 por ciento en los migrantes mexicanos fallecidos en su intento por cruzar la frontera e internarse en el territorio vecino.
De 2014 a 2015, murieron 166 migrantes; en cambio en el último año murieron 316. De acuerdo con las cifras dadas a conocer por los consulados de México en los estados de la Unión Americana que hacen frontera con México, de 2010 a 2016 han muerto, en ese intento, 2,052 migrantes mexicanos.
El Estado con mayor mortalidad de mexicanos es Arizona (1,078 muertes), por la vasta extensión de sus desiertos, que ha hecho que la deshidratación sea la principal causa de muerte.
Andar sin “coyotes”
Otro de los estados fronterizos que encabezan la lista de muertes de migrantes mexicanos es Texas, con 822. Le siguen California con 143 y Nuevo México con nueve en los últimos seis años.
La mayor parte de las muertes se producen porque los migrantes no fueron conducidos por “coyotes” (guías pagados que meten clandestinamente a personas en Estados Unidos), sino que se internaron en el desierto por su propia iniciativa y –sin conocer las rutas—se perdieron hasta encontrar la muerte por deshidratación.
El Centro Colibrí para los Derechos Humanos, con base en Tucson (Arizona) ha advertido que el corredor del desierto de esa entidad se ha convertido en un verdadero corredor de cruces, tan solo seguido, de lejos, por el valle sur de Texas.
Para esta asociación –y según sus registros—de 1998 a la fecha han muerto 6,000 migrantes mexicanos tratando de cruzar al norte. Pero podrían ser muchos más.
Un osario inconcluso
“La frontera sur de la nación se ha convertido en un osario repleto de restos no identificados de migrantes. A pesar de que la inmigración no autorizada ha mostrado tendencias decrecientes o permanece estadísticamente plana, el índice de muertes de migrantes sigue siendo desproporcionadamente elevado”, describe el Centro Colibrí.
¿Cuál es la razón? Que los migrantes perecen al aventurarse en terrenos cada vez más aislados y traicioneros, para evitar la aprehensión. A pesar de que algunos de los restos son recogidos y almacenados en refrigeradores y marcados no identificados, las familias tardan años para identificar a sus familiares desaparecidos.
“Algunas familias no los han encontrado todavía”, resume este centro la situación de emergencia humanitaria de Arizona, y de todo el sur de Estados Unidos. Situación que, con el muro, podría empeorar terriblemente.