Cada año 119 mil niños nacen con síndrome de alcoholismo fetal
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Un estudio realizado por el Centro para la Adicción y Salud Mental de Canadá ha publicado las primeras estimaciones, a nivel mundial, del número de mujeres que beben alcohol durante el embarazo.
Según los datos publicados por la revista “The Lancet Global Health”, se trata aproximadamente del 10%, y cada año 119.000 niños nacen con síndrome de alcoholismo fetal debido a este consumo.
En el estudio, recibido en la Agencia Fides, se pueden observar grandes diferencias entre regiones y países.
En algunos se estima que más del 45% de las mujeres beben alcohol durante el embarazo.
En otros, como Canadá, donde se realizan muchas indicaciones clínicas a favor de la abstinencia durante este periodo, se estima que el 10% siguen bebiendo. Las consecuencias más graves hacen que 15 de cada 10 mil personas sufran de un trastorno de alcoholismo fetal que se caracteriza por problemas mentales, de comportamiento y de aprendizaje, así como discapacidades físicas.
Los cinco primeros países de la lista donde las mujeres consumen alcohol durante el embarazo son todos países Europeos: Rusia, Reino Unido, Dinamarca, Bielorrusia e Irlanda. Además, como región, Europa es también el que tiene la más alta prevalencia de consumo de alcohol entre mujeres embarazadas con respecto al promedio mundial.
Por el contrario, los niveles más bajos de consumo de alcohol durante el embarazo y del síndrome de alcoholismo fetal, se registran en las regiones del Mediterráneo oriental y del sudeste asiático.
No todas las mujeres que beben durante el embarazo tendrán un hijo con este trastorno, pero se estima que sufrirán uno de cada 67 con madres que beben lo sufrirá.
Aunque se sabe que el alcohol puede dañar cualquier órgano del feto durante su desarrollo, en particular el cerebro, aún no se sabe exactamente lo que hace que un feto sea más sensibles que otro, en términos de cantidad o la frecuencia del consumo de alcohol, ya que también podría afectar otros factores como la genética, el estrés, el tabaco y la nutrición
Artículo originalmente publicado por Agencia Fides