La iniciativa pretende evitar la proliferación de “portavoces informales” del Papa Francisco en su país natal
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El diario oficial del Papa volvió a imprimirse en la Argentina. Desde el viernes pasado, se distribuye junto con la compra del diario Perfil y cuenta con un equipo de edición local. Con algunos agregados inéditos como los contenidos propios, se trata de un esfuerzo similar al que se realiza en otros países para difundir la palabra del Papa.
Hace ya varios años que la edición en español de la palabra oficial del Papa había dejado de conseguirse en los puestos de diarios argentinos, tras un tiempo en el que la impresión estuvo a cargo de la diócesis de Mercedes Luján. Pero en este caso, y como quedó de manifiesto con los primeros contenidos publicados, hay un objetivo específico sumado a los habituales de difundir la voz del Papa: evitar la proliferación de portavoces papales informales en el país de nacimiento del actual Pontífice.
L’Osservatore Romano nació el 1 de julio de 1861, pocos meses después de la proclamación del Reino de Italia, con la finalidad explícitamente propagandística de defender el Estado Pontificio, diezmado tras la derrota de las tropas de Pío IX en la batalla de Castelfidardo. Con ningún monarca apoyando al Papa, intelectuales católicos acudieron a su auxilio y fundaron esta publicación. De allí que su lema sea “L’Osservatore Romano – diario político-religioso”. Fue adquirido por León XIII quien en 1885 lo convirtió el órgano de información de la Santa Sede.
La edición en español de L’Osservatore, de manera semanal con algunas noticias y las palabras más salientes del Papa esa semana, se imprime desde 1969, aunque la difusión en América Latina siempre ha estado supeditada a esfuerzos de particulares por reducir los costos de impresión y distribución. En la Argentina, hasta 2005, estuvieron a cargo de la distribución las hermanas Hijas de San Pablo. Luego asumió la tarea la arquidiócesis de Mercedes Luján, que se hacía cargo de la impresión de manera local. Esfuerzos similares por distribuir la edición española en América Latina se han realizado en Perú y en México.
La novedad en esta ocasión es que hay una coordinación argentina a cargo del biblista protestante Marcelo Figueroa, primera vez que un medio católico de esta envergadura cuenta con este liderazgo de un miembro de otra religión, y Santiago Pont Lezica, director de la radio FM Millenium. Y junto con los contenidos tradicionalmente incluidos en las versiones en distintos idiomas del diario pontificio, habrá firmas y artículos locales.
En el primer número, explica las funciones del emprendimiento el Arzobispo monseñor Víctor Fernández, rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina, en un artículo titulado “Directo, entero y sin voceros”. “Muchos católicos leen al Papa a través de los medios y algunos terminan repitiendo, irritados, lo que dice un noticiero. Tengo la impresión de que pocos se detienen a leer y analizar directamente lo que él enseña y escribe, por eso esta edición favorecerá el acceso directo a las acciones, gestos y textos de Francisco”, escribió monseñor Fernández.
En el primer número escribieron además Abraham Skorka, rabino con quien Figueroa y Jorge Bergoglio llevaban adelante el programa televisivo “Biblia, diálogo vigente”, y el teólogo Marco Galli. Un breve mensaje manuscrito del Papa enriquece además estas 16 primeras páginas entregadas con la compra del diario Perfil, que imprimió 37 mil ejemplares. Habrá ediciones especiales durante enero y febrero, y a partir de marzo se imprimirá semanalmente, según informó la agencia AICA.
Por ahora, los contenidos específicos de la edición argentina no pueden verse en línea de manera gratuita y sólo se distribuirán con el diario Perfil, pero sí se pueden leer los de la edición en lengua española publicados en Roma del L’ Osservatore Romano en http://www.osservatoreromano.va/es, y consultar las palabras completas del Papa que suele publicar el diario del Papa, así como los nombramientos y otras informaciones oficiales, en el sitio del vaticano http://w2.vatican.va/content/vatican/es.html.
A diferencia de casos como el de Our Sunday Visitor en Estados Unidos, que distribuye la versión en inglés del diario pontificio desde Indiana a todo el país, Perfil no es un grupo editorial que se reconozca católico. De hecho, entre sus firmas se encuentran tanto las voces que L’Osservatore busca clarificar, como así también firmas propicias a temas como la despenalización del aborto. Y desde su revista Noticias ha utilizado recursos que le han valido el rechazo explícito de miembros importantes de la jerarquía de la Iglesia en la Argentina, como el número en Semana Santa 2014 que en su portada presentó a Cristina Krichner crucificada como Jesucristo.