Desgranamos las virtudes y los defectos de la última entrega de la saga galáctica más famosa del mundo
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
En general, Rogue One. Una historia de Star Wars ha sido bien recibida por la crítica. Tal vez demasiado pensarán algunos. Hay razones, desde luego, para aplaudir la cinta de Gareth Edwards pero hay también algunas cuestiones de peso para advertir al menos, que las cosas se podían haber hecho mejor. Desgranamos aquí, muy brevemente, algunos aspectos básicos, bueno y malos, de qué funciona y, por ser benevolentes, que podría haber funcionado mejor en Rogue One.
A FAVOR
- La historia. Había que ser muy torpe para no sacar, como mínimo, una historia entretenida. La propuesta tenía todos los elementos necesarios para una cinta de acción e intriga de primer orden. La incursión final en los dominios del Imperio es, de lejos, lo mejor de la cinta.
- La atmósfera. En Disney han tomado la sana decisión de no alejarse demasiado de los parámetros establecidos por George Lucas en las tres primeras películas de la saga de este modo resulta muy fácil sentirse cómodo ante personajes diferentes pero entornos, secundarios, naves, decorados y temas muy familiares.
- Sale Darth Vader. La sola presencia de uno de los villanos más carismáticos de la historia del cine es una razón de peso por si sola. Hay otra más, Moff Tarkin, una presencia digital del mismísimo Peter Cushing que pondrá los pelos de punta a más de un fan. Y todavía hay una sorpresa más de este tipo.
- Su sentido del humor. A veces resulta inesperado y de hecho habría sido de agradecer que el film se hubiera beneficiado de esto con unos personajes un poco menos sombríos.
- La fuerza. Está, pero no está esencialmente, porque no hay jedis. Cabe destacar, eso sí, el personaje de Chirrut Imwe (Donnie Yen) una especie de Jedi frustrado que cree profundamente en la fuerza, que está convencido de que la tiene a su lado pero que seguramente no es nadie especial en este sentido. Pura fe. Quizá el mejor secundario de la película.
EN CONTRA
- Rogue One no arranca con los tradicionales créditos de apertura de todas las películas de Star Wars.
- La historia tarda en arrancar. El film no logra que nos interesemos por sus personajes aunque haya un claro intento por humanizarlos y aunque su puntual sentido del humor lo haga algo más llevadero el largometraje resulta un poco aburrido durante su primera mitad larga.
- Los personajes están a años luz del carisma de Luke Skywalker, Han Solo, la princesa Leia, Obi Wan-Kenobi o Yoda. Con decir que el personaje más fascinante es un robot está dicho todo.
- Rogue One no es el título bélico que su director nos vendió en su día. Puede que no le hayan dejado pero lo cierto es que el resultado final, si bien mantiene las distancias con la película original, no es una propuesta particularmente novedosa.
- La música. Fuera quien fuera el que terminara componiendo esta banda sonora, sino era John Williams, se la iba a jugar. Primero fue Alexandre Desplat pero finalmente Michael Giacchino terminó componiendo la banda sonora. Parte del tema de Williams y trata de ofrecer algo diferente pero se queda a años luz de la épica y el dramatismo de la música original.