Obispo y famoso presentador de TV debaten: “Quizá se confunde la búsqueda religiosa y espiritual con la búsqueda de sensaciones…”
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Iker Jiménez es un conocido presentador español. Su programa Cuarto Milenio aborda temas relacionados con el misterio, lo sobrenatural, la trascendencia y lo paranormal. Es un programa de gran éxito que “atemoriza” a algunos y a otros les tiene fascinados.
Algunos fieles le han preguntado al obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, sobre este programa y los últimos mensajes “provida” y a favor de los cristianos del presentador.
Munilla, asiduo de las redes sociales, ha querido analizar los planteamientos del presentador y del programa en su espacio de Radio María Sexto Continente. Tras ello, el presentador valoró este análisis y mostró sus discrepancias. Un bello debate con un fondo sobre lo trascendente que merece mucho la pena.
Este fue el comentario del obispo de San Sebastián:
Comentario a una editorial de Iker Jiménez @navedelmisterio en el programa de #CuartoMilenio de la Cadena Cuatro: https://t.co/WNu8jtp2dN
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) December 13, 2016
En él habla de uno de los editoriales del presentador. Iker Jiménez criticaba la actitud de muchos cristianos sobre el “misterio” y mostraba que muchos sacerdotes no creen en el demonio y “hasta se permiten no creer en el misterio”. Incluso llegaba a relacionarlo con la falta de vocaciones en la Iglesia católica.
José Ignacio Munilla alaba la temática del programa y sobre todo el que tenga éxito un programa “en el que se habla de la trascendencia, de lo espiritual, de lo religioso”.
“No es verdad que el materialismo tenga la última palabra, el hombre necesita de Dios, de la trascendencia y el éxito de un programa como éste lo deja patente”, afirma.
No obstante, respecto el tono utilizado en el programa, José Ignacio Munilla sugiere que existe “cierto morbo por el ocultismo”. “Quizá se confunde la búsqueda religiosa y espiritual con la búsqueda de sensaciones que den miedo, a veces se confunde la búsqueda espiritual con el género de búsqueda de lo paranormal, esto está mezclado y confundido”, añade.
Es en este punto donde el obispo de San Sebastián habla de la posible “confusión entre paranormal y sobrenatural, se confunde el misterio con el ocultismo, se confunde la auténtica mística con los iluminados”.
“En el fondo es no entender el concepto de Revelación, tiene una búsqueda de la trascendencia pero sin partir del dato fundamental y es que Dios se ha revelado, Dios se ha descubierto y lo ha hecho a través de Jesucristo que fundó la Iglesia”.
“Existe el riesgo de que los consumidores de estos programas estén abiertos a la curiosidad de lo misterioso pero no quieran encontrar, porque si encuentran se tienen que comprometer y seguir un camino”, continúa su argumentación, “el encuentro transforma nuestra vida y nos convierte en apóstoles de aquello que hemos encontrado”.
En su intervención Munilla reconoce que el presentador tiene razón en algunos de sus planteamientos: “Pone el ejemplo del demonio y es curioso que desde un programa como este se nos interpele con algo que es absolutamente verdad”.
“Este hombre desde un programa nos ha dado un tirón de orejas que tenemos que recibir con humildad porque es cierto que en nuestras ‘filas’ existe mucha reducción de la predicación sobrenatural a una mera interpretación horizontal ética”.
El presentador Iker Jiménez ha querido contestar a estos argumentos del prelado
El presentador se reafirma en algunos de sus argumentos y muestra que tiene razón el obispo, aunque matiza: “No sé muy bien dónde están los límites entre el fenómeno religioso, el paranormal o el sobrenatural”.
“¿Quién es Dios para usted y para mí?”, pregunta el presentador de Cuarto Milenio al obispo de San Sebastián en una interpelación que propicia un debate enriquecedor: “Seguramente en lo profundo no haya tanta diferencia, en lo accesorio sí” y añade: “hasta el más materialista y descreído tiene que tener ese fogonazo de que todo esto tiene que tener cierto sentido”.
Para él este fogonazo tuvo lugar en dos ocasiones: una vez en una cueva y cuando cogió en brazos por primera vez a su hija.
Ambos, el obispo y el presentador tienen muchísimo puntos en común: alaban la trascendencia, critican el materialismo y hablan del alma. En el camino de la búsqueda están más o menos de acuerdo, quizá en lo que discrepen sea en la meta, en la llegada.
Iker Jiménez alaba que el obispo tenga clara su fe, pero él no lo tiene tan claro: “yo soy un buscador, como tantos otros, que no tiene las cosas claras y le encantaría tenerlas”. Es aquí de donde parte el fructífero debate y sus implicaciones. Ojalá pronto nos deparen otro bello cruce de argumentaciones.