Una instancia de armonía y comunión entre sacerdotes colombianos
Cuando el famoso cantante puertorriqueño Ricky Martín hacía furor entre los fans con la “Copa de la Vida”, la canción del Mundial de Francia 98, probablemente nunca su hubiera imaginado que años más tarde fueran sacerdotes los encargados de dotar con ritmo y alegría –aunque tal vez con menos «swing»- otro evento deportivo.
No precisamente a través de la música fue que esto sucedió, pero la denominada “Copa de la Fe”, disputada entre el 17 y 21 de octubre, ya se transformó en un sello propio de la Iglesia de Colombia, oportunidad de encuentro de más de 600 sacerdotes pertenecientes a más de 27 diócesis, además de dos invitaciones especiales para la arquidiócesis de Guadalajara (México) y Quito (Ecuador).
El campeón fue el equipo de la Arquidiócesis de Garzón, que le ganó 2 a 0 a los representantes de Guapi. Pero a esta altura el resultado es solamente un dato anecdótico, pues lo más rico de los días de encuentro fue la posibilidad de ver una instancia deportiva dotada de juego limpio y camaradería.