separateurCreated with Sketch.

¿Rezar en público incomoda a los demás?

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Daniel Esparza - publicado el 22/09/16
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Unas cuantas estadísticas a propósito de las profesiones públicas de fe

Después de toda la polémica a propósito del uso del burkini en las playas del Mediterráneo (que condujo, además, a una discusión acerca del uso del hábito de las monjas católicas en los balnearios públicos) y de una nueva (y muy necesaria) ola de reflexión a propósito de la obligatoria laicidad del Estado y del secularismo contemporáneo, Leah Libresco (un joven escritor de temas religiosos para FiveThirtyEight), decidió lanzar una encuesta.

Tomando en cuenta que, generalmente, la libertad de culto se entiende como un asunto privado, limitado a ciertos espacios y momentos (esto es, suponer que las propias convicciones religiosas son un asunto que va exclusivamente de la casa a la iglesia y que no infieren en cuestiones de, por ejemplo, políticas públicas), Libresco quiso averiguar qué tipo de manifestaciones públicas de las propias convicciones religiosas incomodaban realmente a los demás.

Quizá porque, en más de una manera, la prohibición del burkini en los balnearios franceses tenía poco que ver con un asunto religioso, y más con un problema coyuntural.

En líneas generales, los cristianos sobreestimaron los efectos que una manifestación pública de fe podría tener sobre alguien más: el 57% de los cristianos encuestados respondieron que no creían que alguien que viese algún distintivo religioso (digamos, un crucifijo, o un rosario) se sentiría incómodo por ello, cuando más de las tres cuartas partes de ateos o agnósticos encuestados dijeron que eso no los incomodaba en lo más mínimo.

Además, el 62% de los agnósticos y ateos encuestados dijeron que ver a alguien rezando el Rosario en el metro (o en cualquier lugar público) no les causaba ningún tipo de molestia; en cambio un 58% de cristianos que supusieron que podrían incomodar a alguien si lo hiciesen.

En conclusión: sí; puedes dar las gracias a Dios antes de comer en un restaurant. Sólo un 38% de personas podrían pensar que eso es, de algún modo, “inapropiado”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Tags:
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.