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¿Qué más puedo hacer con mis pies?

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Pablo Cesio - publicado el 22/09/16
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Diego Usma, el artista callejero que te muestra lo que quizás aún no te habías preguntado

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El carboncillo se mueve de un lado al otro de forma desordenada, pero a medida que pasan los minutos el secreto empieza a develarse. Comienza a tomar forma algo que finalmente será una obra de arte. Tanto da si trata de un rostro como un paisaje, pero el resultado es una maravilla.  El amor que le pone quien lo realizó es más que suficiente.

Esto es lo que le sucede de forma cotidiana a Diego Usma, un joven artista callejero colombiano que provoca que -a medida que transcurre su trabajo- varios curiosos comiencen a rodearlo. Mientras le pone alma y corazón a su obra, estas personas miran con asombro su trabajo, sus ganas, su empeño.

Quienes no daban crédito a lo que estaban viendo terminan convenciéndose. La obra culminó.

Diego es un verdadero artista. “Mis pies son mis manos, con ellos hago todo. Una gracia de Dios que está en uno”, expresa a un reportaje concedido a El Colombiano.

Diego trabaja de forma cotidiana en el Parque Bello, ubicado en la ciudad colombiana de Antioquia. Pertenece a una asociación de artistas y confesó que durante toda su vida estuvo dibujando y aprendiendo por su cuenta.

“Tengo sangre artística de parte de la familia. Me gusta de todo, paisajes, naturaleza muerta, fruta. Llego a las dos de la tarde, me voy cinco y media o seis. A veces más tarde. Trabajo retratos en carboncillos, obras en 15 minutos. Pero el precio depende del trabajo o la técnica que quieran. Trabajo en Antioquia, en varios lugares”, expresó.

Diego manifiesta que muchas veces la gente que no lo conoce lo mira con cara de lástima porque no tiene brazos ni manos, pero rápidamente reconoce la admiración que le expresan por ser un ejemplo de superación personal.

“Me considero como una persona que la gente mira y reconoce que pinta, trabaja, hace algo, El arte es la huella que voy a dejar en el planeta”, agregó.

Diego nació sin brazos, pero esto no ha sido ningún impedimento para dedicarse para expresarse a través del arte. De chico tuvo que adaptarse al uso de sus pies.

“Cualquier colaboración que desee brindar será un aporte para mi arte y superación”, expresa un cartel blanco en letras negras puesto a su costado, sobre el piso.

Diego es un verdadero artista que hace maravilla con sus pies y seguirá sorprendiendo y entusiasmado a la gente, además de dar testimonio de cosas que los seres humanos pueden hacer y que hasta el momento nunca se han cuestionado. ¿Qué más puedo hacer con mis pies? He aquí una de las tantas respuestas.  

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