Padre Pío de Pietrelcina recibió los estigmas el 20 de septiembre de 1918 y los llevó por 50 años. Vivió una vida llena de santidad y amor
San Pío de Pietrelcina, entró en los Capuchinos con 15 años de edad. Ordenado el 10 de agosto de 1910. Asignado a San Giovanni Rotondo en 1916, vivió allí hasta su muerte. Recibió los estigmas: 20 de septiembre de 1918 y los llevó por 50 años. Llevó una vida santa llena de sacrificio y amor. Entregado apasionadamente a salvar almas en el confesionario. Entró en la Vida Eterna el 23 de septiembre de 1968. Beatificado por el Papa Juan Pablo II el 2 de mayo de 1999. Canonizado por el mismo Papa Juan Pablo II el 16 de junio del 2002.
A continuación te indicamos el modo de rezar la novena al Padre Pío de Pietrelcina
- Oraciones iniciales
- Meditación del día
- Oración final
- Rezar la Novena al Sagrado Corazón de Jesús
Oraciones iniciales.
Señal de la Cruz: Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición: Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Oración final
San Pío de Pietrelcina, te rogamos en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que eleves nuestras súplicas al Padre amado, para que fortifique y mantenga en la santidad a todos los Sacerdotes, religiosos, religiosas y a todos los fieles de la Iglesia. Tú que sufriste los embates de Satanás, que con la fortaleza de la oración y el escudo de la fe lo reprendiste en el nombre de Cristo, te rogamos intercedas por nosotros para que, con la fuerza y el poder del Espíritu Santo, el Señor nos otorgue las gracias suficientes para también hacerle frente, pues, como león rugiente, se encuentra atacándonos y tendiéndonos trampas constantemente para alejarnos de la Gloria de Dios. Amén
Meditación para el primer día
«El Amor del Padre Pío hacia Dios»
Reflexión: Dios es amor; Dios es un Padre bueno y misericordioso, lento a la cólera y pronto al perdón.
Dios nos ama (decía el padre Pío) y una de las pruebas que nos ama es el hecho de que nos tolera en el momento mismo en que lo ofendemos. Dios es Padre de todos; pero lo es, de modo especialísimo, para los desgraciados y de modo todavía más singular lo es para ti
El padre Pío escribía a su director espiritual: Me siento devorado por el amor de Dios. Dios está, para mí, fijo en mi mente e impreso en mi corazón. Nunca lo pierdo de vista; admiro su belleza, sus sonrisas, sus misericordias.
El principal atributo de Dios es la misericordia que perdona y remedia los pecados de sus creaturas. Él es rico en misericordia. Su misericordia brota de su amor desinteresado y gratuito hacia los que no son amables ni merecen ser amados.
Siento cada vez la imperiosa necesidad (decía el Santo) de entregarme con más confianza a la misericordia divina y de poner sólo en Dios toda mi esperanza. (Y repetía:) Yo no deseo otra cosa que morir o amar a Dios: o la muerte o el amor, pues la vida sin este amor es peor que la muerte.
Recuerda (escribía a una hija espiritual) que el gozne sobre el que gira la perfección es el amor; quien vive del amor, vive en Dios, porque Dios es amor, como dijo el Apóstol.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, a quien confiadamente invocamos con el nombre de Padre, intensifica en nosotros el espíritu de hijos adoptivos tuyos, y concédenos por intercesión y ejemplo de san Pío de Pietrelcina, que merezcamos entrar en posesión de la herencia que nos tienes prometida. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.
Palabras del Padre Pío:
«Conviene acostumbrarse a los sufrimientos que Jesús te envía. Jesús, que no puede soportar verte sufrir, vendrá a confortarte, infundiendo nuevo ánimo en tu espíritu”
Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net