La secuestraron con dos días de nacida, pero la Policía la rescató y la entregó a sus padres
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A paso firme y decidido, así avanzaba por los pasillos del hospital Montero, con una niña en brazos y nacida hace pocos días, el comandante departamental de la Policía de Santa Cruz (Bolivia), Sabino Guzmán Coronado, con un único objetivo: devolvérsela a sus padres sana y salva.
Los flashes seguían su marcha, pero nada lo detuvo. “Le dijimos que le íbamos a entregar a su hija y ahí está”, le dijo a su madre, que recibía a su hija sumamente consternada y emocionada, además de agradecida.
Para los padres fueron cinco días casi de duelo y nunca imaginaron que algo así pudiera pasar. A los dos días de nacida su hija fue secuestrada. Comenzó entonces una intensa búsqueda que finalizó con el rescate de la pequeña a mano de la Policía, que la encontró en poder de una pareja, inmediatamente encarcelada, en la localidad boliviana de Portachuelo.
“No sé nada de cómo la recuperaron, solo agradezco a Dios que mi niña ya está con nosotros”, expresó el padre de la niña, indica La Razón en base a Radio Fides.
“Son muchas emociones que no puedo describir porque fueron muchos días de angustias. Agradezco a la Policía, al Comandante y a la población que difundía la noticia por las redes y a Dios. Solo falta que la vean los pediatras. Está sanita mi hija”, agregó el padre.
Un comandante al servicio de la gente
El protagonista de la devolución de la recién nacida a manos de sus padres es precisamente un comandante de la fuerza policial boliviana reconocido por su cercanía a la gente. Esto queda de manifiesto, por ejemplo, en que es el único comandante de la fuerza policial boliviana que hizo público su número de teléfono para que la ciudadanía se pueda poner en contacto con él.
En entrevista concedida a El Deber de Santa Cruz expresó que “el trato directo con la gente le da una grata vivencia real”.
En cuanto a las llamadas que recibe a raíz de su iniciativa indicó: “Las atiendo con mucho gusto porque la gente necesita que le den soluciones y yo, como tengo contacto directo con los jefes de las unidades, los llamo y les pido que manden de inmediato a sus policías evitando el circuito de llamadas del 110”.
“La experiencia ha sido interesante porque uno se compenetra con las necesidades de la población; espero que el próximo comandante siga con la iniciativa porque es una vivencia real y se toman mejores decisiones”, agregó.
Gracias a la actitud y el gesto de Sabino Guzmán en nombre de la Policía, la pequeña que había sido apartada a la fuerza de sus progenitores volvió a sentir calor paternal de inmediato. La niña está sana y salva. Sin dudas estos gestos, como el de llevarla en brazos hasta la habitación donde estaba la madre, enaltecen y cargan de humanidad a una profesión muchas veces fuertemente criticada.