Una imagen que expresa sencillez y cercanía con la mujer aymara De por sí la escultura es sorprendente. Ver a la Virgen María vestida como una “cholita”, con un atuendo típico que suelen usar las mujeres del altiplano (principalmente Bolivia, Perú y Chile), no es cuestión de todos los días. Sin embargo, esto fue posible en una capilla del barrio de la Ventilla, en la localidad de El Alto de Bolivia.
Y el atuendo es muy sencillo, pues consiste en una manta, una pollera multicolor y un tradicional sombrero bombín que utilizan las mujeres indígenas, de cultura aymara, en Bolivia, así como en otros países de la región.
Es que la mujer aymara es sencilla y humilde. Esta imagen simboliza de alguna manera la cercanía de la Virgen María como madre a las mujeres que viven en El Alto y en el altiplano, tal cual reconoció el obispo de la ciudad, el italiano Eugenio Scarpellini.
La imagen de la virgen fue entronizada por el obispo. Para ello se ofició una celebración religiosa que contó con la presencia de decenas de devotos que acompasaron la ceremonia con cánticos aymaras, indica La Razón de Bolivia.
La mayoría de la población es aymara, un grupo étnico con una cultura que tiene más de 2.000 años, según algunas estimaciones. Actualmente muchos aymaras hablan español como segunda lengua y las tradiciones se mantienen vivas.
Un sombrero para la Virgen
La responsable de vestir a la Virgen como una cholita es la anciana aymara Toribia Quispe, que empezó poniéndole a una pequeña imagen un sombrero típico para luego proseguir con el resto del atuendo.
La imagen empezó a tener aprobación. Con el tiempo los propios sacerdotes de la capilla Señor de la Exaltación, prosigue La Razón, con la ayuda de vecinos hicieron una escultura más grande y que empezó a ser objeto de devoción en la ciudad.
Pero en sí se trata de la escultura de la Virgen de la Asunción, que en Bolivia se conoce como Virgen de Ucrupiña.
El día de la entronización de esta imagen sorprendente continuó lleno de júbilo. Pero más allá de la religiosidad popular que desató el acontecimiento, el hecho será recordado por muchos como el día en que la Virgen se vistió como “cholita”, o sea, el día que se hizo más cercana a las mujeres del altiplano.