Pasa los días y noches en la soledad de su refugio, un enorme árbol frondoso
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Un reportaje del Canal 10 de televisión de Nicaragua, en su revista noticiosa Acción 10 de la Mañana, dejó al descubierto el abandono de un anciano que pasa sus días y sus noches en la soledad de su refugio: el agujero del tronco de un enorme y frondoso árbol de la familia de las ceibas.
La historia se desarrolla en el extinto parque de “Las Piedrecitas”, en Managua (Nicaragua), donde José Mendoza, originario de El Sauce, de 86 años de edad, lleva al menos 10 años viviendo en la oquedad natural de la corteza de este árbol.
Según cuenta el reportero Jairo Castillo del canal de televisión nicaragüense, y según se puede observar en las imágenes, don José duerme en una cama de cartón, tiene por almohada una piedra y se cubre por la noche con una chaqueta raída.
A la intemperie, apenas resguardado del calor, del frío, del viento, de los mosquitos y del polvo de las construcciones aledañas, “El hombre del árbol”, como se le conoce en la zona, es apoyado por la gente de manera esporádica pero suficiente para que pueda seguir viviendo de una manera mínimamente humana.
Ni el Estado ni su familia -asegura que tiene tres hijos que “no se preocupan por él, para nada”- le han tendido una mano, no obstante lo notorio de su precariedad y la extraña visión de su habitáculo.
Sin herramientas ni conocimientos para superar su condición (el Código de la Familia en Nicaragua establece que un padre puede demandar a sus hijos si en su ancianidad no se hacen cargo de él), don José Mendoza asegura al reportero que “ahí está bien”, que no le interesa ir a un lugar más seguro.
En una acción que habla muy bien del noticiario y del Canal 10, se han puesto a las órdenes de la sociedad para ayudar solidariamente a este anciano con alimentos, medicinas, cobijo y, sobre todo, cercanía.
La ayuda puede canalizarse contactando con el Canal 10 o aquí.