Algunas formas sencillas de volver a sentir las mariposas en el estómago
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Lo que más me gustaba en los tiempos escolares eran las vacaciones. Y no porque tuviera dos meses para disfrutar y tiempo de viajes al mar sin preocupaciones, sino porque creía firmemente en el amor de verano! Uno que va ocurrir en una esquina y que durará hasta la tumba! Pero como siempre y a pesar de ser una verdadera romántica, las vacaciones pasaban sin grandes oh y ah… Pero el amor verdadero amor llegó en otoño. Y unos años más tarde.
Desde que soy esposa las vacaciones ya no me excitan tanto. Ya tengo el amor, así que a qué o quién tengo que esperar?
¿Cómo qué a qué o quién? ¡Por supuesto que el amor! Si usted se está preguntando lo que aquí estoy diciendo, es probable que piense que después de unos cuantos años de matrimonio ya sólo queda el momento para recoger madera y clavos para el ataúd. Los sentimientos de la edad de pavo no les van a los veteranos como usted. Es una trampa! ¡Sal de ahí!
El trabajo e hijos igual a la vida cotidiana. En esta simple ecuación uno se puede confundir y perder de vista el objetivo principal, que es el amor conyugal. Si sientes que tu balanza está a menos y no a más, si tienes el deseo de cambiar para recuperar todos aquellos sentimientos que una vez inadvertidamente unieron vuestras manos y miradas, entonces y sólo si lo deseas, te invito a un experimento vacacional! Porque como cantan en una conocida canción polaca: para enamorarse sólo hay un paso…
El hecho es que el enamoramiento no goza de las mejores críticas en la sociedad. Se asocia con la inmadurez, con la ceguera, con la fugacidad. Y está claro que si el amor no se eleva a un nivel superior y no nos hace madurar, no muestra la realidad, sino sólo el mundo imaginario, puede crear en la vida de una persona un desastre difícil de arreglar. Pero si el enamoramiento se ha transformado en el amor, vale la pena a veces volver a revivirlo. Para el amor maduro, el enamoramiento no es una amenaza, sino un agradable refresco.
Entonces ¿empezamos?
Método # 1Sería incómodo hacer una salida en falso. Por lo tanto sería bueno que cargarais las baterías de deseos comunes. Para ello recomiendo la conferencia de Marek Gungor “A través de la risa para un mejor matrimonio.” Para ello tendréis que reservar unas cuatro horas a solas. Un vaso de vino, un buen estado de ánimo y… le dais al botón de play. Después de ver el programa sabréis lo que hacer. Os lo prometo, van a pasar muchas cosas!
Método # 2Romped el esquema. Como en el comienzo de vuestra relación todo ocurría la primera vez y estaba lleno de experiencias agradables, por lo que ahora haced algo nuevo para experimentarlo juntos. Y lo mejor hacerlo fuera de casa.
Método # 3La acción del agradecimiento. Sí, lo sé que después de muchos años de convivencia se puede tener la impresión de que ya nos hemos agradecido por todo. Que ahora es el momento principalmente para la “acupuntura” matrimonial, clavando una aguja tras otra. Por lo tanto, ¡acepta el desafío! Cada día dejáis una sola notita de papel con la frase: “Gracias por…”. La palabra escrita no sufre de esclerosis. Y el aprecio de la otra persona tiene el poder de resucitar la relación.
Método # 4.Queda con la gente. Somos seres sociales. Necesitamos de otras personas para vivir. Para nuestro funcionamiento normal. Es gracias a la gente que nuestra casa no se convierte en un aislamiento de paredes blancas. Las personas inspiran, despiertan emociones, motivan. ¿Qué tal un día de campo con vuestros amigos? ¿A qué esto suena bien?
Método # 5.Oren juntos. Con la bendición de la oración comenzasteis vuestro camino matrimonial, por eso no os olvidéis de ella, que es una guía divina. Ella os guiará a través de la más empinada montaña de vuestra vida. No tenéis que tener de inmediato horas de debates conjuntos con Dios. Para empezar, bastará simplemente con pronunciar unas pocas frases. Porque, mientras cantaba Jacek Kaczmarski: “El amor – libro viejo, que vale la pena confiar a Dios.”
¡Buena suerte!