Piden rápida intervención en una región sumergida en el olvido
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El hecho que levantó polvareda ocurrió en la madrugada del sábado 25 de junio cuando una adolescente indígena de la etnia Tomarahos (Chaco paraguayo) de 14 años fue encontrada golpeada en la calle y pidiendo auxilio luego de resistirse a mantener relaciones sexuales.
La adolescente fue trasladada de inmediato al hospital donde fueron comprobados varios traumatismos a raíz de golpes en el rostro (que quedó casi desfigurado) y la cabeza, según confirmó el director del Hospital Regional al diario ABC de Paraguay.
Esto generó indignación y un rápido llamado a la cordura. Uno de los que alzaron la voz con mayor vehemencia fue el obispo del Chaco, Gabriel Escobar, quien hizo referencia a los abusos y los casos de violencia en los que se ha visto inmersa la región en los últimos tiempos.
Una de las principales críticas que emitió el obispo tiene que ver con la inacción de las autoridades locales, entre ellos el Ministerio Público, la Policía, y los responsables del Hospital Regional.
Escobar hizo énfasis en que se debió actuar de oficio y no haber esperado a que la madre y la hermana de la víctima hicieran una denuncia.
Ellas, además sufrieron agresiones de parte de familiares de los supuestos agresores en el propio hospital para que retiraran esa denuncia.
“No podemos en pleno siglo XXI tener que estar viviendo como la ley de la selva, donde cada uno toma justicia por mano propia”, expresó Escobar durante una homilía el pasado domingo.
“Me niego a creer que esta desidia de parte de las autoridades tenga que ver con el hecho de que la víctima sea una persona humilde y por sobre todo indígena”, agregó.
En ese sentido, pidió a las autoridades la protección de la integridad de las personas, principalmente las más humildes.
“A ninguna de las instituciones como la Codeni, la Secretaria Indígena, de la Niñez, ambas de la gobernación, les interesó el caso de esta joven víctima”, subrayó.
Décadas del olvido
En varias oportunidades las obispos locales han denunciado la falta de intervención estatal en una región paraguaya que, según tituló La Nación en un informe especial en mayo de este año, tiene “décadas de olvido”.
A través de un viaje por algunas zonas de esa región, los reporteros constataron infraestructura precaria y deficiencia en servicios de salud, entre otros inconvenientes.
Las rutas de acceso también presentan falencias y en épocas de lluvia es prácticamente ir por tierra.
Si a esto se le suma la cuestión social, entre ellos los casos de abuso y violencia, la situación del Chaco paraguayo merece la rápida atención de parte de las autoridades competentes para no seguir repitiendo uno de los grandes errores de los últimos tiempos: sumergir a la región en el olvido.
Amenazas al medioambiente
En octubre de 2015 Escobar y otros obispos emitieron un comunicado recordando la necesidad de dar mayor atención a las denuncias que se vienen realizando a los atropellos en todos los ámbitos que afectan a los chaqueños, entre ellos el medio ambiente, como el alto índice de deforestación de los últimos años.
“A pesar de que la dignidad y la soberanía del chaqueño es amenazada, testimoniamos el deseo y esfuerzo constante de los lugareños de cuidar, organizar, mejorar y hasta recuperar su “casa común” (…) Nunca han renunciado a la casa común y al hábitat que consideran suyos y regados con sangre paraguaya”, expresan.
Finalmente, en la misiva se insta a la participación activa en defensa del suelo chaqueño.
Además de las cuestiones ambientales, el vehemente llamado a la cordura contra los abusos y la violencia en el Chaco paraguayo está hecho, solo falta que haga eco en quienes pueden ayudar a cambiar la situación.