Faltan escasos días para que comiencen los Juegos Olímpico de Río de Janeiro en Brasil, pero en Bolivia ya empezó la competencia en otro sentido y a otro nivel. Es que cerca de 400.000 estudiantes bolivianos se presentaron a la segunda etapa de la sexta Olimpíada Científica con el fin de demostrar el talento científico-tecnológico.
Las áreas en las que probaron su conocimiento a través de exámenes son las siguientes: Astronomía-Astrofísica, Biología, Física, Geografía, Informática, Matemática, Robótica y Química.
Estudiantes provenientes tanto de ámbitos privados como públicos, de lugares urbanos como rurales, vivieron una experiencia especial, en un ámbito donde solo se presentaron con su documento de identidad y sin celulares, audífonos o cualquier otro aparto electrónico que tanto acostumbran usar en la actualidad.
Es que se trató del mayor evento científico más importante del país y que con la inscripción registrada superó ampliamente todas las expectativas.
Tal es así que, en comparación con la edición de 2015, hubo al menos más de un 30% de inscriptos, todo un récord. En cuanto a los departamentos, La Paz fue el que tuvo mayor adhesión, seguido de Cochabamba y Santa Cruz, informa el sitio web de la organización.
Por otra parte, las mujeres fueron quienes lideraron la cifra de inscripciones con un 53% y en cuanto a las preferencias por área, ambos sexos expresaron similares preferencias tanto en Matemática, Astronomía-Astrofísica y Física.
En donde sí hubo diferencia fue en el área de Biología, con clara preponderancia femenina, mientras que, en Robótica, un sector cada vez más atractivo entre los jóvenes, el liderazgo estuvo a cargo de los varones.
Una motivación extra
El ministro de Educación de Bolivia, Roberto Aguilar, expresó que los ganadores de cada área podrán acceder a becas en universidades públicas y privadas, informa La Razón.
“Los que llegan a la nacional con medalla de oro tienen la posibilidad ya casi automática de ingreso a universidades privadas, en algunos casos y felicitamos. A las universidades públicas han motivado para la otorgación de becas y obviamente los han captado a los estudiantes siendo estudiantes de excelencia”, expresó Aguilar.
El número de estudiantes que participaron de este evento es por demás auspicioso y una clara señal de jóvenes que piensan en su futuro para formar parte del desarrollo científico-tecnológico en un país que tanto lo necesita.
En Bolivia se habló de educación
Recientemente se llevó a cabo en Bolivia la Semana de Acción Mundial por el Derecho a la Educación con un foro a nivel internacional denominado “Por una educación de calidad, inversión con responsabilidad”.
Se trató de una instancia donde expertos de varios países hablaron sobre los desafíos en el área y lo referente a la inversión y sus beneficios.
El sector educación en Bolivia ha sido beneficiado en los últimos años y en el último quinquenio el promedio de inversión fue de 7.8 del Producto Bruto Interno (PBI). Sin embargo, la desigualdad en educación en Bolivia aún debe ser considerada.
“Frente a este crecimiento en la inversión, vale preguntarse sobre los resultados. Es indudable que el nivel de logro educativo ha mejorado y su distribución se ha hecho más equitativa. La desigualdad ha disminuido y el promedio de escolaridad ha aumentado, lo que da indicios de mejoras en las oportunidades educativas. Sin embargo, pese a la mejora en la desigualdad educativa, ésta sigue siendo alta si se la compara con otros países de la región”, expresó Lourdes Montero, columnista de La Razón, al hacer referencia a este foro.
En tanto, finalizó reflexionando sobre el desafío de las brechas educativas.
“Todo esto nos demuestra que la brecha estructural de cobertura educativa y calidad educativa entre poblaciones pobres y no pobres sigue siendo un desafío. Las brechas educativas son problemas que el sistema debe atender con políticas diferenciadas para cumplir sus objetivos de ser una educación única, unitaria y diversa, ya que, sin acceso a una educación de calidad y gratuita, la sociedad profundiza sus niveles de exclusión, segmentación social y perpetúa el círculo de la dependencia económica y la pobreza”, indicó.