¡Vean qué bueno y agradable es
que los hermanos vivan unidos!
Es como el buen perfume
que corre por la cabeza de los sacerdotes
y baja por su barba hasta el cuello de su ropaje.
Salmos 133:1-2
El descubrimiento de la urgente necesidad de reparar y restaurar la antigua iglesia del Santo Sepulcro ha tenido el buen efecto de acercar a las Iglesias cristianas, que no siempre han mostrado tanta cooperación entre ellas.
El área de la iglesia que alberga la tumba de Jesús (conocida como Edículo) no se ha tocado desde 1810 y está en una situación de grave deterioro.
Sin embargo, la custodia de la zona es compartida entre las Iglesias ortodoxa griega, apostólica armenia y católica romana, y a veces estos hermanos en Cristo se han enzarzado en riñas tan acaloradas que ha sido necesaria la intervención de la policía antidisturbios israelí.
Gracias a Dios, la semana pasada las tres Iglesias dejaron a un margen sus diferencias y empezaron con la primera restauración del lugar en 200 años.
El reverendo Samuel Aghoyan de la Iglesia armenia declaró: “Todos decidimos por igual que era necesaria una restauración, así que nos pusimos de acuerdo”.
Según Associated Press, “el proyecto reforzará la estructura, entre otras cosas, reemplazando los morteros y fortaleciendo las columnas. Se calcula una duración de entre ocho y doce meses, durante los cuales los peregrinos podrán continuar visitando el lugar”.
Anteriormente, el área se sostenía simplemente con andamios y las Iglesias no querían tocar nada hasta que las reparaciones fueran absolutamente necesarias.
Las obras comenzaron oficialmente este lunes 6 de junio y continuarán hasta que se complete el trabajo.
El proyecto no es sencillo, pues exige una labor paciente y delicada. Al ser el lugar más sagrado de toda la cristiandad, nadie quiere cometer ningún error.
Tras su finalización, se calcula que “el proyecto costará unos 3,3 millones de dólares”.
Cada Iglesia contribuye con su parte del dinero para el proyecto, según el acuerdo Status Quo de 1852.
Incluso el rey de Jordania ha hecho una donación especial en honor de la labor histórica de Israel salvaguardando los santos lugares en Jerusalén.
Sin embargo, los líderes locales de cada Iglesia han ido un paso más allá y “posaron y se estrecharon las manos frente a los andamios erigidos alrededor de la tumba antes del trabajo”.
Esto no formaba parte obligatoria del acuerdo Status Quo y muchos lo consideran un paso necesario hacia unas relaciones más pacíficas.
El patriarca ortodoxo griego de Jerusalén se mostró de acuerdo, afirmando que “lo sucedido es una señal muy buena, una señal de compañerismo”.
Todo ello ocurre durante el pontificado del papa Francisco, que ha estimulado el incremento del diálogo con las Iglesias ortodoxas.
En los pasados años, se ha reunido con el patriarca ortodoxo copto de Alejandría, con el patriarca ecuménico Bartolomé I, el patriarca ortodoxo ruso Cirilo y, más recientemente, con el líder de la Iglesia ortodoxa etíope.
En los últimos años, la unidad cristiana se ha convertido en un asunto cada vez más importante, dada la continua persecución y matanza de cristianos en Oriente Medio.
Se cree que esta trágica realidad y el constante ejemplo del papa Francisco han inspirado a estas tres Iglesias a dejar de lanzarse puñetazos entre ellas y a empezar a construir puentes.
Hoy celebramos a...