Radio Vaticano - publicado el 31/05/16 - actualizado el 30/05/23
Si aprendiésemos el servicio e ir hacia los demás, como cambiaría el mundo, dice Francisco en su homilía en la Casa Santa Marta
Si “aprendiésemos el servicio e ir hacia los demás”, cómo cambiaría el mundo. Es la consideración con la que papa Francisco concluyó la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta el 31 de mayo de 2016.
El Papa dedicó su reflexión a la Virgen. Servicio y encuentro, dijo, hacen “experimentar la alegría que colma la vida”.
Valentía femenina, capaz de ir al encuentro de los demás, con la mano tendida para ayudar, solícita. Y sobre todo la alegría, de esa que colma al corazón y da a la vida un sentido y una dirección nuevas.
La alegría y la mala cara
Son los detalles que el Papa toma de la cita del Evangelio que narra la visita de María a santa Isabel, que junto a las palabras del profeta Sofonías en la Primera Lectura y de san Pablo en la Segunda diseña, dice Francisco, una liturgia “llena de alegría”, que llega como un golpe “de aire fresco” a llenar nuestra vida.
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