Fue embalsamado con el mayor de los cuidados, y luego metido en un pequeño sarcófago de cedro
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Un pequeño ataúd de madera de cedro, de 44 centímetros de largo, que fue hallado en Giza en 1907, acaba de revelar su secreto: contiene los restos momificados de un bebé de apenas 18 semanas de gestación. Se trata, así, de la momia más joven hallada hasta hoy en la historia del Antiguo Egipto, como se lee en la nota del diario ABC.
Este descubrimiento, hecho por personal del Museo Fitzwilliam, en Cambridge, no es el primero de este tipo (en la tumba de Tutankamon ya se habían hallado dos momias de bebés de 25 y 37 semanas de gestación) pero confirma la importancia de los rituales de enterramiento, incluso para las vidas que se perdieron en el vientre materno.
Los conservadores del museo hicieron el descubrimiento mientras hacían una investigación en el marco de la celebración del bicentenario de la exposición Muerte en el Nilo: el descubrimiento de la vida futura del Antiguo Egipto.
El pequeño ataúd, que ha sido datado entre los siglos VI y V antes de Cristo, fue tallado minuciosamente, y decorado con particular cuidado, lo que llamó la atención de los conservadores del Fitzwilliam, quienes, al abrir el féretro, consiguieron un diminuto cuerpo atado cuidadosamente con vendas, unidas con resina negra fundida.
Un examen de rayos X reveló que las vendas contenían el pequeño esqueleto inalterado.