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Los argentinos y la necesidad de “ponerse la patria al hombro”

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Esteban Pittaro - publicado el 24/05/16
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“Diálogo y reconciliación”, dos palabras que se cuelan en el Bicentenario argentino

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Tomando un lema de los años de Jorge Bergoglio como primado de la Argentina, la Pastoral Social argentina tuvo su ya tradicional Semana Social en la que convocó a actores políticos y sindicales de distintas banderías. “Queremos ser nación; necesitamos ponernos la patria al hombro”, fue el lema de las jornadas de trabajo, organizadas en el año del Bicentenario de la Independencia Argentina.

Los ministros de Trabajo y Acción Social, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, los principales referentes sindicales del país, que anunciaron aquí su reunificación, compartieron sus anhelos para la Argentina con expositores que desde la Iglesia u otras instituciones reflexionaron en torno a la convivencia en la Argentina.

El diálogo entre los argentinos y la reconciliación fue un tema recurrente en varios de los paneles. La periodista Rosario Lufrano se refirió a la tensión social denominada “grieta” y a lo que denominó “intolerancia de la escucha en la Argentina”.

“Hago una autocrítica, como parte de los medios de comunicación, porque no solo tenemos que contar de la grieta, sino que tenemos que trabajar en cerrarla”, consideró.

En el mismo panel de cierre la política y activista de los Derechos Humanos Graciela Fernández Meijide, quien durante la última dictadura militar sufrió la desaparición de su hijo, relató una historia de reconciliación.

“‘Federico Guevara, el hijo de un militar acusado de crímenes de lesa humanidad, se levantó en el tribunal y saludó con un apretón de manos a Mariano Tripiana, el hijo de uno de las víctimas. Era julio de 2010, el juicio se realizaba en Mendoza. Todo sucedió tan rápido que Mariano, el hijo de la víctima, aceptó la mano sin comprender a quién estaba saludando, pero no la retiró pese a la conmoción interior de saber que quien se acercaba a él, era el hijo mayor de Aníbal Guevara, uno de los acusados por el secuestro y la desaparición de su padre. Federico dijo que había querido agradecerle a Mariano el no haber alentado nunca expresiones de odio ni de venganza, contra los familiares de los acusados, ni haber celebrado con insultos, el trato agraviante que muchas veces acompaña a la sentencia de los detenidos”, relató leyendo del libro “Los hijos de los 70”.

“El apretón de manos entre Mariano y Federico describía el comienzo del diálogo. Vaya a saber, ojalá sí, no lo puedo garantizar. Nuestro pasado violento todavía está muy presente y aún no veo signos de que los protagonistas de aquella época, los más simbólicos, hayan modificado sus certezas. Tal vez y ojalá, serán sus hijos los que se animen ante esta posibilidad”, consideró Fernández Meijide.

Tocó al obispo Fernando Maletti, obispo de Merlo Moreno y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, cerrar esta última sesión y reflexión, en la que en línea con lo expuesto y lo vivido durante estos días, expresó: “En lo necesario, unidad. En lo dudoso, libertad. En todo, amor, caridad y solidaridad (San Agustín). Y parafraseando a Francisco: en todo, misericordia y ternura”.

“Hemos ratificado el compromiso de la opción preferencial por los pobres. Nos preocupan los rostros concretos de quienes viven en la miseria y no cubren sus necesidades más elementales. Particularmente tuvimos en cuenta la necesidad urgente de una adecuada nutrición infantil”, se aseguró en el mensaje final. “La Argentina es el lugar que amamos, este es el pueblo al que pertenecemos. Aquí queremos vivir, crecer y soñar en nuestra casa común. Para ello es necesario ponernos la Patria al hombro. Comprometiéndonos cada uno desde el lugar que nos toca”, se concluyó.

Protocolar mensaje pidiendo reconciliación

Con motivo del 25 de mayo, fecha patria en la que se conmemora el primer gobierno patrio, el Papa Francisco envió un protocolar mensaje de salutación al presidente Mauricio Macri.  Se trata de un protocolar saludo como los enviados a otros gobiernos del mundo, pero que en una opinión pública absorta por seguir de cerca la relación entre el mandatario argentino y el Sumo Pontífice, agregó un nuevo episodio.

“En el día en que esta amada nación celebra su fiesta patria, me complace manifestar a vuestra excelencia mi cordial felicitación, que acompaño con mi oración al Señor para que conceda a todos los argentinos copiosos dones de su misericordia, que los ayuden a avanzar continuamente en la búsqueda del bien común, la reconciliación y la fraternidad”, escribió el el Papa.

“Además de nuestro agradecimiento, le hacemos llegar nuestra firme decisión de avanzar en la concreción de los objetivos que usted menciona -reconciliación y fraternidad- para alcanzar la unión de todos los argentinos”, le agradeció y respondió el presidente.

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