Éxito y fracaso: dos conceptos que hay que aclarar
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Todo mundo se cruza con personas que tienen algo especial, personas que se entregan en cuerpo y alma a lo que están haciendo, que son capaces de dar lo mejor de sí, afrontar desafíos y ampliar sus oportunidades de éxito en todo los que hacen.
Éxito y fracaso: dos conceptos que hay que aclarar
No importa cuál sea nuestra profesión o actividad, en todos los lugares es posible distinguir que algunas personas consiguen alcanzar sus objetivos con más facilidad que otras. Obviamente, cuando hablamos de éxito o fracaso es necesario aclarar que cada persona tiene sus propias normas que definen ambos conceptos. Desde cuestiones puramente materiales (el éxito en la carrera, buena remuneración, vida confortable…) incluso cuestiones relacionadas con las emociones y el sentido de realización ( grado de felicidad subjetiva, nivel de afección en relación al trabajo que ejerce …), todas son partes esenciales de lo que queremos decir con éxito, a nivel genérico.
Esto significa que existe una parte visible del éxito, pues otros elementos, tan o más importantes, permanecen ocultos, y pueden sólo entenderse a partir de la subjetividad de cada persona.
En busca del éxito: la importancia de la actitud
Como ya mencionamos, independientemente de cuáles son los elementos que caracterizan el “éxito”, hay personas que alcanzan este ideal y desarrollan sus competencias y capacidades a un nivel extremo, mientras que otros no tienen la misma suerte. El éxito depende mucho de lo que hacemos en el día a día. La actitud, la determinación, el empeño y la capacidad de sacrificarse, muchas veces, marcan la diferencia entre las personas que consiguen lograr sus objetivos (no sólo profesionales) y las que no.
Lo importante no es el ‘qué’, sino el ‘cómo’. Aquí debemos resaltar, en primer lugar, una línea común entre las personas que consiguen ser exitosas. No es el talento o la habilidad que poseen (que, naturalmente, también influyen), sino la ética en el trabajo, la actitud, la disciplina y la capacidad de perseverar a pesar de las dificultades.
Atraer el éxito
Algunas personas creen que no tienen control sobre sus vidas ni, por tanto, sobre su éxito personal y profesional. Esto es un error. El éxito no surge como una magia o simplemente por una cuestión de suerte. Si te paras a pensar sobre las personas famosas que consiguen tener éxito, te darás cuenta de que todas ellas tienen un conjunto semejante de valores y hábitos.
Estos hábitos y creencias son lo que les permiten prosperar y, eventualmente, encontrar la suerte que impulse definitivamente sus carreras. Pero no son pasivos, sino que trabajan incesantemente en lo que les gustan, hasta que un día sus esfuerzos ven la recompensa.
Los 7 hábitos que pueden ayudarte a tener éxito en la vida
Si eres capaz de incorporar estas indicaciones a tu vida personal y profesional, probablemente tu vida empezará a tener un rumbo claro.
Observa que todas esas habilidades pueden adquirirse y mejorarse: nadie nace vencedor, sino que son las circunstancias y nuestra mentalidad las que nos llevan al éxito o al fracaso.
1. Sigue tu pasión y dedícate en cuerpo y alma a ella
Si quieres destacar en algo, ámalo. Si no puedes, no insistas: no estás en el buen camino. Las personas de éxito tienen en común la forma como aman y se apasionan por lo que hacen. Cuando tu pasión se convierte en tu modo de vida, el éxito es (casi) seguro.
2. Deja atrás la pasividad y aprende a tomar tus propias decisiones
Un rasgo común de personas que alcanzan sus objetivos es la determinación. Aunque no sean muy valientes para tomar decisiones de forma autónoma, sí suelen ser hábiles al hacerlo. Las grandes oportunidades de la vida no llaman dos veces a la puerta porta, así que necesitas identificarlas y aprovecharlas.
3. Enfoque y entrenamiento
Las personas de éxito son verdaderos gurús de lo que hacen. No podemos ser buenos en miles de cosas al mismo tiempo, por eso es mejor si profundizas sólo en el campo en que quieres especializarte. Eso no significa que no debas satisfacer la curiosidad con todo lo que despierte tu preocupación, pero es importante ser un verdadero especialista en el área en que quieres desarrollar tus habilidades.
4. Rodéate de personas positivas y con ideas claras
No olvides: rodearse de personas positivas nos hace personas positivas. Eso parece obvio, pero debemos tenerlo en mente. Si nos rodeamos de personas negativas, sin ideas, es probable que nos contagiemos de esa actitud mala también. Además, rodearse de amigos y colegas con ideas claras te ayudará a tener apoyo suficiente para llevar a cabo tus proyectos. Realizar grandes ideas en un negocio rentable también requiere la formación de un equipo cohesionado, donde cada miembro está especializado en un aspecto particular. ¡La unión hace la fuerza!
5. Confía en tus posibilidades y en tus sueños
Eso es inevitable para explorar todo el potencial del pensamiento positivo. Es un cliché, pero las personas que tienen éxito en la vida son capaces de vislumbrar el éxito mucho antes que ocurra. Son un poco visionarias. Pueden no tener el 100% de seguridad de que su proyecto tendrá éxito, pero no pierden las esperanzas y siguen trabajando todos los días. Al final, su perseverancia y persistencia son premiadas.
6. La excelencia no es una opción, sino una obligación
Las personas exitosas no se contentan con un modesto buen resultado. Si quieres destacar en tu sector, tienes que superar lo “bueno” y lograr la excelencia. No hay manera mejor de construir un nombre que hacer lo máximo que puedas todos los días. Si tu ética de trabajo es buena, pero no excelente, piensa que esto puede afectar a tu nombre a medio y largo plazo. Las personas que alcanzan la excelencia se dedican mucho, nada se gana gratis.
7. Cultiva hábitos saludables
Ten cuidado, la vida no se resume en el trabajo. En realidad, una actitud tan enfocada es muy contraproducente si tu objetivo es ser bueno en tu campo. Los que alcanzan sus objetivos conocen la importancia crítica de “recargar” y tener un tiempo para el placer, la relajación y los hobbies. Necesitamos estos momentos de paz y tranquilidad para que nuestra mente pueda reestructurar todas las informaciones y estímulos recibidos durante la semana.
(via Psiconlinews)