La recientemente liberada Palmira, en Siria, celebró el fin de la ocupación de la ciudad por parte de las fuerzas del Estado Islámico con un concierto triunfal, dirigido por el célebre Valery Gergiev, al frente de la Orquesta de San Petersburgo, en el mismo anfiteatro romano que los extremistas hubiesen utilizado como escenario para las ejecuciones de los soldados sirios capturados, en noviembre del pasado 2015.
Una delegación oficial que incluyó académicos, músicos y diplomáticos rusos, chinos, serbios y zimbabuenses, se reunió para atender el concierto ayer jueves, en memoria de Aleksandr Prokhorenko, el oficial ruso que cayó en la batalla por recuperar la ciudad.