separateurCreated with Sketch.

Su música es “un rayo de la belleza del cielo”. ¿De quién habla Benedicto XVI?

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Marinella Bandini - publicado el 19/04/16
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Para el pontífice emérito un concierto por sus 89 años ofrecido por la Orquesta Filarmónica de la Franciacorta

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

Las notas de Mozart vuelven a sonar en el Vaticano para el Papa Benedicto XVI. El sábado 16 de abril, día de su 89 cumpleaños, el papa emérito fue el invitado de honor (y el único invitado, junto a su hermano Georg) del concierto mozartiano ofrecido por la Orquesta Filarmónica de la Franciacorta, llevado a cabo en la Sala Adjunta en la Plaza León XIII a las 18 hrs.

El programa ofreció la ejecución de algunos cuartetos que el compositor de Salzburgo dedicó a Haydn, específicamente el K387 (n.14) en sol mayor, y una selección del k421 (n.15) en re menor y del k428 (n.16) en mi bemol mayor. Mozart dedicó los seis cuartetos a Haydn, a quien consideró un maestro.

Es famosa la dedicatoria que los acompaña: “A mi querido amigo Haydn. Un padre, al mandar a sus hijos al gran mundo, consideró pertinente confiarlos a la protección y conducta de un hombre célebre entonces, el cual por buena suerte era además su mejor amigo. Del mismo modo, célebre hombre y amigo mío queridísimo, aquí están mis seis hijos. (…) Que sea de tu agrado acogerlos benignamente y ser su padre, guía y amigo. Desde este momento te cedo mis derechos sobre ellos, te suplico que mires sus defectos con indulgencia, que el ojo parcial de padre me pudo haber velado, y que continúes, a su pesar, la generosa amistad de quien tanto la aprecia, mientras soy de todo corazón tu sincero amigo”.

Benedicto XVI nunca ha escondido su preferencia por la música de Wolfgang Amadeus Mozart. Desde la juventud contaba: “Mozart ha penetrado en el fondo de nuestras almas, y su música me conmueve profundamente, porque es luminosa y, al mismo tiempo, profunda. Su música no es, de hecho, sólo entretenimiento, contiene todo el drama de la existencia humana”.

Incluso en 2010, al finalizar el concierto en su honor ofrecido por la Academia Pontificia de las Ciencias, en donde se ejecutó el Requiem, habló del “afecto particular” que lo une a este músico: “Cada vez que escucho su música no puedo dejar de recordar mi iglesia parroquial, cuando, de joven, en los días de fiesta, resonaba una “Misa” suya: en el corazón percibía que un rayo de la belleza de Cristo me había alcanzado (…). En Mozart cada cosa está en perfecta armonía, cada nota, cada frase musical es así y no podría ser de otro modo (…). Es un don de la gracia de Dios, pero es también el fruto de la viva fe de Mozart que, especialmente en su música sacra – logra transmitir la luminosa respuesta del Amor divino, que dona esperanza, incluso cuando la vida humana está lacerada por el sufrimiento y la muerte”.

La última intervención pública de Benedicto XVI sobre estos temas se remonta a julio de 2015, con ocasión del otorgamiento del doctorado honoris causa por parte de la Universidad Pontifica “Juan Pablo II” de Cracovia y la Academia de Música de Cracovia. Al hablar del periodo inmediatamente sucesivo al Concilio, dijo: “Permanece indeleblemente grabado en mi memoria cómo, por ejemplo, apenas sonaban las primeras notas de la Misa de la coronación de Mozart, el cielo parecía abrirse y sentí muy profundamente la presencia del Señor”.

El 16 de abril de 2007, con ocasión de su 80 cumpleaños, se expresó así, tras el concierto de la Orquesta Radiosinfónica de Stoccarda: “Al mirar atrás en mi vida, agradezco a Dios por haberme puesto junto a la música, casi como una compañía de viaje, que siempre me ha ofrecido consuelo y alegría. Agradezco también a las personas que, desde mis primeros años de infancia, me acercaron a esta fuente de inspiración y de serenidad. Agradezco a aquellos que unen la música y la oración en una alabanza armoniosa a Dios y sus obras: ellos nos ayudan a glorificar al Creador y Redentor del mundo, que es obra maravillosa de sus manos”.

El concierto del sábado 16 de abril, por los 89 años del papa emérito, comenzó con una composición del Maestro Emiliano Facchinetti, Natalis Salutem, inspirada en el tradicional Happy Birthday. El Director de orquesta escogido por la dirección de los cuartetos de Mozart es el Maestro Edmondo Mosè Savio. Estuvo presente también una delegación de 20 representantes del territorio de Brescia que llevaron algunos regalos en homenaje al papa emérito. Vottorio Moretti, Patrón de Bellavista le regaló al papa un Jéroboam Alma Gran Couvée pintado a mano en efigie con el emblema del Papa Ratzinger. Nicola Baldrighi, presidente del Consorcio de Tutela del Grana Padano y Marzia Malagrida ofrecieron una confección especial de productos lácteos de excelencia.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.