Se necesita “encuentro entre personas concretas y reconciliación entre los pueblos”, afirma el Pontífice en un mensaje al movimiento Pax Christi
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El papa Francisco contra la “guerra mundial a pedazos” sostiene que se necesita “trabajar por una paz verdadera” a través “del encuentro entre personas concretas y la reconciliación entre los pueblos y grupos que se afronta desde posiciones ideológicas opuestas”.
El Pontífice envió este lunes 11 de abril un mensaje a los participantes de la Conferencia organizada por Pax Christi y el dicasterio vaticano de Justicia y paz que se celebra en Roma sobre el tema La no violencia y la paz justa: contribuir a la comprensión católica y el compromiso con la no violencia.
Así, pidió trabajar por la paz y “comprometerse para alcanzar esa justicia de la que las personas, las familias, los pueblos y las naciones sienten tener derecho, en el plano social, político y económico para cumplir su parte en el mundo”, expresó.
La pena de muerte
En el contexto del Jubileo, el Obispo de Roma lanzó nuevamente la petición que ya ha hecho a los responsables de los Estados en la bula del año de la Misericordia: la abolición de la pena de muerte o una amnistía y la cancelación o la gestión sostenible de la deuda internacional de los Estados más pobres.
Bergoglio recordó que “el objetivo final y más digno de la persona y de la comunidad es acabar con la guerra” y con todo aquello que dañe la dignidad de las personas y sus comunidades.
La indiferencia construye muros
En este sentido, invitó a los cristianos a condenar la construcción del “muro de la indiferencia” y trabajar para que no haya más “exclusión” en el concierto de las naciones y de los pueblos.
Igualmente, el Papa exhortó al desarme total “creando puentes, combatiendo el miedo y llevando adelante el diálogo sincero y verdaderamente arduo”.
El Papa fue concreto en su mensaje al constatar que en la realidad el “conflicto no puede ser ignorado o disimulado”.
En efecto, sólo “aceptando el conflicto, se puede resolver y transformar” en conexión con un nuevo proceso para buscar la paz.
La familia de las naciones contra la guerra y los conflictos
El principio cristiano de la fraternidad también estuvo presente en el discurso: “Sabemos que solamente considerando a nuestros iguales como hermanos podremos superar guerras y conflictos”. Y llamó a la comunidad internacional la “familia de las naciones”.
Asimismo, insistió en su llamamiento a los jefes de los Estados para que renueven “sus relaciones con los otros pueblos, permitiendo a todos una participación efectiva e inclusión a la vida de la comunidad internacional, para que se realice la fraternidad también dentro de la familia de las naciones”.
La misericordia antídoto contra la guerra
El Papa reafirmó el mensaje del Año Santo de la misericordia “que encuentra en la solidaridad su expresión, por así decir, política, ya que la solidaridad constituye la actitud moral y social que responde mejor a la toma de conciencia de las plagas de nuestro tiempo y de la interdependencia entre la vida del individuo y de la comunidad familiar, local y global”.
El Papa contra los traficantes de armas
En otras ocasiones, el Papa ha denunciado el negocio de los “traficantes de armas”. “Quieren sangre, no la paz, quieren la guerra y no la fraternidad”, dijo en una ceremonia en Castelnovo di Porto el pasado Viernes Santo, al referirse a los ataques en Bruselas que dejaron 31 muertos y al menos 300 heridos.
La tradicional bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) del domingo de Pascua también fue un momento para repasar los conflicto que se viven en la actualidad y la tercera guerra mundial a pedazos.
Francisco recordó los conflictos que se viven en Ucrania, Burundi, y Oriente Medio, especialmente en Irak, Yemen y Libia, además ofreció su “cercanía a las víctimas del terrorismo, esa forma ciega y brutal de violencia que no cesa de derramar sangre inocente en diferentes partes del mundo.
Y luego de repasar la geopolítica del terror sostuvo: “Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor”, sentenció.