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Este restaurante en Jerusalén sólo sirve platos bíblicos

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Aliénor Gamerdinger - publicado el 28/03/16
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Un menú tentador: Pez de San Pedro, Cuscús del Rey Salomón, Cantar de los Cantares o Reina de Saba…

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Apasionado de la cultura bíblica, el director y chef del restaurante Eucalyptus, Moshe Basson, decidió resucitar recetas, ingredientes, especias y hierbas de la Biblia. Cada uno de sus platos toma su origen de escenas bíblicas, y todas las hierbas y especias utilizadas  haque plat tire ses origines de scènes bibliques et toutes les épices et herbes utilisées crecen desde la Antigüedad en los alrededores de Jerusalén y en Judea.

Moshe Basson explica: “Utilizamos y mostramos la semejanza entre el cuscús y la sémola ofrecida en el Templo de Jerusalén en holocausto” (Lv 2, 1) : “Cuando un persona ofrezca al Señor una oblación, su ofrenda consistirá en harina de la mejor calidad; sobre ella derramará aceite y pondrá incienso”.

“Cocinamos también el  freekeh, señalando que se asemeja al karmel (término hebreo) de la Biblia, el cereal verde tostado que el joven David tomó como alimento para sus hermanos antes de dirigirse al campo de batalla donde mataría a Goliat”. (I Sam 17, 17): “Jesé dijo a su hijo David: ‘Toma esta bolsa de grano tostado y estos diez panes, y corre a llevárselos a tus hermanos al campamento'”.

“Purifícame con el hisopo, y quedaré limpio”

Mas tarde, David lloraría a Dios en el Salmo 51: “Purifícame con el hisopo y quedaré limpio”. Son las palabras del Asperges me, el canto de entrada de la Misa católica tridentina, y precisamente, el hisopo es el ingrediente base con el que el chef de Eucalyptus prepara su salsa pesto.

“La Biblia no es un libro de cocina, pero evoca continuamente el alimento, Si hay una planta particular y bíblica, es el hisopo. Con las ramas de hisopo florido los hebreos pintaron sus puertas con la sangre del cordero, en la noche famosa de la trágica décima plaga de Egipto, en la Pascua”, explica el chef, recordando Ex 12, 22-23: “Luego tomen un manojo de plantas de hisopo, mójenlo en la sangre recogida en un recipiente, y marquen con la sangre el dintel y los dos postes de las puertas; y que ninguno de ustedes salga de su casa hasta la mañana siguiente. Porque el Señor pasará para castigar a Egipto; pero al ver la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará de largo por aquella puerta, y no permitirá que el Exterminador entre en sus casas para castigarlos”.

“No cocerás al cabrito en la leche de su madre”

Los postres no son una excepción a la regla, sino que se someten a las leyes dietéticas del Antiguo Testamento, la norma kosher, que rige el régimen alimentario del pueblo judío. Por ejemplo, no se sirve un postre lácteo si el plato principal era carne: “No harás cocer un cabrito en la leche de su madre” (Ex 23, 19 y Dt 14, 21).

“Algunas personas piensan que la alimentación bíblica es un poco extraña, porque no la conocen, pero vale la pena intentar la aventura. Una vez a la mesa, se dan cuenta de que son los platos que sirven todas las madres y abuelas de Oriente Medio. Aunque los ingredientes sean estrictamente bíblicos, ¡es siempre comida!”, explica Moshe Basson. Así, al Eucalyptus, los clientes vienen de todas partes, incluidos musulmanes, judíos no practicantes y peregrinos cristianos.

Situado en la ciudad nueva de Jerusalén, el Eucalyptus se encuentra en la 14 Yerushalayim street

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