Se busca concienciar sobre la conservación de una de las especies más simpáticas
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Solos, en ronda, en pirámide, jugando, mirando, caminando, hay para elegir. Son 1600 pequeños osos pandas de papel maché que integran una muestra del artista francés Paulo Grangeon, que representan a cada uno de los 1600 que se estiman quedan en su hábitat natural.
El artista lleva a lugares emblemáticos de grandes ciudades su ejército de pandas para crear conciencia sobre la necesidad de proteger a estas y otras especies en vías de extinción. Desde 2004, la muestra ha recorrido Holanda, Suiza, Francia, Italia, Reino Unido, y actualmente se encuentra de gira por 10 ciudades de Asia.
Los pandas gigantes sólo pueden encontrarse en su hábitat natural en China. Las políticas de concientización hasta ahora han evitado su extinción, aunque la población aún dista de garantizar la supervivencia de la especie. En los 70, se encontraban 1100 ejemplares, 500 menos que la estimación actual. Además, se conservan cerca de 400 en cautiverio.
De acuerdo al Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF por sus siglas en inglés, son una amenaza para el panda la caza, la reducción de los espacios naturales para la construcción de caminos y vías, y la falta de apareamiento. La preservación en cautiverio cuenta con esa misma dificultad, ya que las hembras cuentan con sólo dos o tres días de fertilidad al año. Como hizo ver la sección For Her de Aleteia en Estados Unidos, hay más sucursales de la cadena de comida rápida Panda Express que osos panda.
La técnica de realización de estos pandas no es casual. Grangeon trabajó en madera durante más de 20 años, hasta que descubrió esta técnica de papel maché, de la que se convirtió en referente e impulsor, y lo llevó a vincularse con la WFF.
Actualmente, la muestra se encuentra en Chiang Mai, al norte de Tailandia. Durante las exposiciones al aire libre, se puede pasear y jugar con los osos, e incluso “adoptarlos” y así apoyar a la WFF. Durante estos días se los pudo ver en los espacios públicos más emblemáticos de Bangkok, incluso navegando por los mercados, subiendo al Monte Dorado, y aguardando para abordar un tren en la estación de Hua Lampong.