Seguirá siendo protegido en el Estado de LuisianaEn la diócesis de Baton Rouge, en el Estado sureño de Luisiana (Estados Unidos), los sacerdotes católicos podrán seguir manteniendo el secreto de confesión. Y los fieles que acudan al sacramento de la penitencia estarán ciertos de que lo que digan en descargo de su alma, no va a poder ser utilizado como prueba en su contra en un proceso judicial.
El juez Mike Caldwell determinó al inicio de esta semana que la norma estatal que obligaba a los sacerdotes a denunciar casos de abusos conocidos a través de la confesión, es inconstitucional “por violentar la libertad religiosa” y, por lo tanto, no puede ser aplicada.
La decisión representó un triunfo en el largo proceso judicial abierto desde 2008 contra un sacerdote, el padre Jeff Bayhi, quien se negó a declarar en un proceso legal para no quebrantar el sagrado secreto de confesión.
Doctrina fundamental
La diócesis de Baton Rouge, había emitido una declaración oficial en la que rechazaba tajantemente un concepto de la Corte Suprema de Luisiana sobre la supuesta obligación de un sacerdote de declarar para esclarecer un caso.
El problema, insalvable para la Iglesia, es que lo que se solicitaba al presbítero era nada menos que revelar el contenido de la confesión sacramental de una presunta víctima de abuso.
“Una doctrina fundamental de la Iglesia Católica Romana durante muchos años ordena que el secreto de confesión es absoluto e inviolable”, indicaba la diócesis como respuesta oficial a las presiones legales en contra del padre implicado.
En virtud del cumplimiento de este grave compromiso, “un sacerdote está obligado a nunca romper este sigilo. Tampoco se permite al sacerdote admitir si alguien fue a confesarse con él”, decía, entonces, el comunicado.
Por este motivo, el padre Jeff Bayhi, quien sirve en esa diócesis, se abstuvo de declarar en el proceso de una niña que habría revelado detalles sobre un delito en su contra en su confesión sacramental con el sacerdote.
No se puede violar el sigilo
“De ser necesario, el sacerdote debería padecer un proceso en una corte civil y debería sufrir una pena de prisión antes que violar su deber sagrado, violentar el secreto de confesión y su deber para con el penitente”, afirmaba la diócesis de Baton Rouge.
Y agregaba: “Esta no es un área gris en la Doctrina de la Iglesia Católica Romana. Un sacerdote confesor que violenta el sigilo de la confesión incurre en una excomunión inmediata cuyo perdón está reservado a la Sede Apostólica en la Ciudad del Vaticano”.
Tras conocerse la decisión de la Corte de Luisiana de defender el derecho de la Primera Enmienda del libre ejercicio de la religión, el obispo de Baton Rouge, monseñor Robert Muench, en una declaración oficial dijo esto “es esencial y apreciamos la sentencia”; mientras que el padre Bayhi comentó: “Simplemente estamos felices cuando la corte defiende las libertades religiosas.”