El Papa tiene mucha confianza en el proceso de paz de Colombia, que ha albergado la isla caribeña
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Tras la firma del acuerdo con el que concluyen 962 años de distancia entre la Iglesia Católica y la Ortodoxa Rusa, el Papa Francisco agradeció la disponibilidad del Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz para el encuentro y lanzó, al mismo tiempo, una invitación, un camino y, quizá, una profecía:
“No quiero irme sin darle un reconocimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su Presidente aquí presente. Agradezco su disponibilidad activa. Si sigue así Cuba será la capital de la unidad”, aseguró el Papa Francisco.
Sin duda es un guiño a una situación de la que Cuba ha sido mediadora: los diálogos de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno del mismo país Sudamericano que encabeza el Presidente Juan Manuel Santos.
Ya en el vuelo de Roma a Cuba, el Papa le había adelantado a un periodista colombiano que si lograba la paz en Colombia él iría a ese país en el año 2017. Fue una condicionante, sin duda, de algo que Francisco traía en la maleta, para hablar con Raúl Castro.
Y lo hizo, al finalizar la firma del documento de entendimiento con el Patriarca Kiril, cuya relación con Cuba data de muchos años atrás, desde los tiempos en los que era el “número dos” de la Iglesia Ortodoxa Rusa (cuestión que allanó el encuentro de dos horas en el Aeropuerto “José Martí” de La Habana.
Tan lo hizo que al irse el avión de Alitalia que llevaba a Francisco a México, el propio Raúl Castro dijo a los periodistas: “Cuba seguirá apoyando la paz… Ahora solo falta lo de Colombia”, en referencia a los diálogos que se llevan a cabo hace más de tres años en La Habana entre la guerrilla de las FARC-EP y el gobierno de Juan Manuel Santos para poner fin al conflicto armado en esa nación suramericana.
Francisco conoce a la perfección el papel desestabilizador que jugó la Unión Soviética, a través de Cuba, en muchos países del Cono Sur y América Central. Ahora, con la Rusia de Vladimir Putin –y su cercanía con el Patriarca Kiril—la está empujando a que juegue el mismo rol, pero en la estabilización de la región.
Algo que le permitiría salir más pronto y más fortalecida a la isla caribeña, tras el fin de la dictadura de los hermanos Fidel y Raúl. En este sentido es muy significativo el título del diario Granma –órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba—tras el encuentro de Francisco y Kiril: “Cuba, sitio para el diálogo y la unidad”.
Y también el guiño del Papa podría haberse dirigido más al norte, a Estados Unidos.