Tendrán un lugar especial en la Misa que Francisco celebre el 17 de febrero en el recinto ferial de Ciudad JuárezLos padres de los 43 normalistas de la Normal Rural de Ayotzinapa (en el Estado de Guerrero, México) desaparecidos desde la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, tendrán un lugar especial en la Misa que Francisco celebre el 17 de febrero en el recinto ferial de Ciudad Juárez.
La apretadísima agenda del Papa Francisco en México, donde estará desde el 12 hasta el 17 de febrero, no permitió el encuentro con los padres de familia que desde hace año y medio sostienen la tesis de que sus hijos se encuentran vivos y retenidos por el Ejército en algún lugar de México.
La tesis de los familiares contradice la “verdad histórica” que maneja el gobierno mexicano de que están muertos y que sus cuerpos fueron incinerados en el basurero de Cocula, población cercana a Iguala, donde los jóvenes fueron “levantados”, presuntamente por un grupo de narcotraficantes.
Ayer martes, para no ir más lejos, el grupo de peritos argentinos que ha estado investigando el paradero de los estudiantes dedujo que esta “verdad histórica” no se sostiene: para ellos, los normalistas no pudieron haber sido incinerados en el basurero de Cocula.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) señaló que en el basurero de la municipalidad de Cocula ocurrieron múltiples incendios en diversos momentos y que si bien lograron identificar restos óseos de por lo menos 19 personas, no tienen evidencia de que correspondan a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Colectivos víctimas de la violencia
Los padres de familia intentaron ya reunirse con el Pontífice en Filadelfia, durante la visita que hizo a Estados Unidos en septiembre del año pasado, con motivo del Encuentro Mundial de las Familias (justamente a un año de la desaparición de sus hijos), pero tampoco fue posible para Francisco darles una palabra de aliento.
Pero esta vez, en México, estará muy próximo a ellos. Una fuente de la organización de la visita confirmó que el acercamiento previsto oficialmente entre Francisco y ese grupo, será en la Eucaristía de Ciudad Juárez, a pocos metros de la frontera con El Paso (Texas).
En esta Misa, con la que el Papa se despide de los mexicanos, el grupo de familiares de los jóvenes estudiantes tendrá asientos de primera fila y compartirá su presencia con representantes de otros colectivos víctimas de la violencia en México, como por ejemplo de los feminicidios en la propia Ciudad Juárez o de la trata de personas entre los miles de migrantes que cruzan el país para llegar a Estados Unidos.