Para rescatar la ternura de la Navidad
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“Fesusito” así se llama el muñeco inspirado en el Niño Jesús que recientemente fue lanzado en Bogotá con el objeto de rescatar la ternura de la Navidad. La iniciativa es de los Misioneros del Amor del Divino Infante de Praga, comunidad conformada por futuros sacerdotes, religiosas y laicos, quienes se pusieron en la tarea de sacar adelante este proyecto, que más allá de un fin comercial busca catequizar y anunciar a Dios.
“Tenemos que rescatar la tradición de la ternura de la Navidad (…) porque tenemos que dejar un legado en lo que ya muchos mayores tuvieron cuando pequeños, algo que les quede por referencia“, comentó el Padre Mario Herrera, M.S.A, fundador de la comunidad colombiana, al referirse al porqué de un muñeco inspirado en el Niño Jesús.
Dijo también que jugar e interactuar con el muñeco se convierte en pedagogía para educar en la fe desde la gracia del nacimiento de la fe cristiana con la encarnación de Dios, y que también es ocasión para enseñar que el Niño Dios es cercano. “Entonces si yo juego con el Niño Dios, y yo hablo con él, pues más adelante voy a tener un referente de tierno, de cercano, de gracia“, añadió el sacerdote.
Asimismo, “se va a contrarrestar la cantidad de muñecos absurdos, esta tendencia que hay entre lo que no es real, con los juguetes que son fuertes, que son feos, que son monstruos, pero que tienen poder“. “Creo que el poder del amor y la ternura son más fuertes para educar”, agregó.
El muñequito trae consigo una túnica, una capa, una corona, unas sandalias, también una pijama con pantuflas y un pañal. “Es una manera de aprender a cuidar a Dios, y si lo aprendemos a cuidar desde chiquitos, lo vamos a cuidar en el corazón, en esa cuna, en ese pesebre, que es el mismo corazón”, dijo el sacerdote, quien prosiguió: “Entonces, si desde pequeños, o ya adultos recordamos cómo volver a cargar al Niño Dios, estoy seguro que en el ejercicio de nuestra vida pública podríamos llegar hasta el misterio de la redención, de la confianza en Dios, de la gracia que se nos olvida”.
“Es una invitación a volver a la Navidad, a recordar al Niño Dios en cualquier época del año, volver a que Jesús se vuelve chiquito, fue necesitado, le cambiaron los pañales, le enseñaron a atarse las sandalias (…) Es un referente de que se hizo como nosotros”, puntualizó.
El Padre Herrera, finalmente señaló que “nuestros ojos, nuestra mente debe grabar imágenes bonitas, imágenes tiernas, imágenes que nos hagan encontrar la fe, la gracia (…) Es aprender a soñar con el Niño Dios, aprender abandonarse en los brazos de Dios”.
El muñeco, que cuenta con una pequeña producción inicial, viene siendo distribuido en Bogotá por la Fundación Niño Jesús de Praga, pero muy pronto será distribuido a través de internet. Al adquirirse se ayuda al sostenimiento de las vocaciones y también a las obras sociales de la fundación.
Sonia Trujillo
Artículo originalmente publicado por Gaudium Press