La ciudad ecuatoriana tiene uno de los centros históricos más conservados de América Latina
Quito, llamada oficialmente “San Francisco de Quito” en Ecuador, es la capital más antigua de América del Sur. La palabra “Quito” significa en la lengua tsafiki “Tierra en la mitad del Mundo”.
La ciudad ancestral, que fue fundada por los españoles el 6 de diciembre de 1534, tiene uno de los centros históricos más grandes y mejor conservados de América Latina. La UNESCO la declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad el 18 de septiembre de 1978.
Caminar por las calles de Quito
Es la segunda ciudad más grande de Ecuador después de Guayaquil. Al caminar por las calles de esta ciudad podemos descubrir con los ojos la belleza de la arquitectura indígena y colonial, como la Catedral Metropolitana, que guarda entre sus muros una bellísima colección de orfebrería; la Iglesia barroca de la Compañía de Jesús, que es una de las arquitecturas más ornamentadas del país. El Teatro de la ópera, el Teatro Sucre, la iglesia de la Merced, el convento de San Francisco y el convento de Santo Domingo.
La histórica y moderna ciudad tiene dos rostros: la Quito colonial y andina que fue fundada sobre las ruinas de una ciudad inca, y la Quito moderna que nos hace pensar en una ciudad cosmopolita. Ambas, hacen de este lugar un atractivo sitio turístico.
De la Quito moderna podemos destacar uno de sus monumentos más famosos del país: la Santa patrona de Quito, una estatua de la Virgen María con alas, que mide 30 metros y se encuentra en la colina de El Panecillo, justo en el corazón de la ciudad.
Una idea cautivante es admirar desde el teleférico (a más de 4000 metros de altura) los catorce volcanes que rodean la ciudad de Quito. Entre ellos, el Cotopaxi, un volcán con continuas erupciones, y el Chimborazo, el volcán más alto del mundo (6310 msnm).
