“Rezo para recibir la gracia de sopesar las críticas y encontrar los granos de verdad que hay en ellas”
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Kimberly Kirk es conocida en los círculos católicos como autora de best-sellers, conferenciante y apologeta.
También es la mujer de Scott Hahn, un teólogo y escritor católico de alto nivel. Ambos se encuentran entre los católicos conversos más famosos del mundo.
Pero la pasada primavera, cuando la señora Hahn se presentó a las elecciones municipales de Steubenville, Ohio –el hogar de la Universidad Franciscana de Steubenville (FUS) y donde ella ha vivido 25 años-, descubrió que aunque la conocen personas de distintos países del mundo, casi no era conocida en su propia ciudad natal.
Eso cambió oficialmente en noviembre de 2015 cuando Han ganó el consejo ciudadano en unas amplias elecciones por un margen de 2711 contra un 2166.
Es la primera republicana que sale elegida en un ayuntamiento de Steubenville en 12 años y la tercera republicana que se sienta en un consejo municipal en 25 años.
Para llegar a su puesto, Hahn tuvo que pensar de manera alternativa. En primavera montó lo que llama su “Gabinete de cocina”: 12 asesoras cercanas de distintas edades, intereses y partidos políticos.
Ellas se encontraron semanalmente para compartir tormentas de ideas sobre cómo Hahn podía ser más conocida en la ciudad, y sus miembros ayudaron con detalles en los eventos y en la campaña.
Formó también un comité directivo de 12 personas que se encontraron cada tres semanas para ayudarla con el amplio alcance de la campaña y ofrecer orientación general.
Hahn y los miembros de su comisión tuvieron 29 encuentros para tomar café en casas, enviaron invitaciones a líderes empresariales, ofrecieron presentaciones, visitaron residencias de ancianos, organizaron una barbacoa en un proyecto de viviendas, invitaron a centenares de personas a un evento en un parque y atendieron un stand en la feria del condado durante una semana.
En ese tiempo, miembros de la campaña grabaron en vídeo ideas de ciudadanos sobre cómo cambiar y mejorar la ciudad.
Hahn también organizó un evento para más de mil graduados de la FUS que viven en la comunidad de Steubenville.
La universidad –el único lugar de la ciudad en el que era conocida- prohibió cualquier campaña política en el campus, lo que la obligó a un enfoque más creativo e integral.
“La decisión de la FUS me hizo saber que no podría quedarme de ninguna manera en la universidad. Yo quería llegar a toda la ciudad”, explica.
Quizás la gran pregunta no es cómo Hahn ganó sino por qué se presentó en el primer lugar.
Quien fuera responsable de la educación en el hogar (homeschooling) de sus seis hijos y ahora abuela de 12 (uno de ellos todavía por nacer) dice que siempre había estado interesada en cómo la fe interactúa con el espacio público.
Sus abuelos fueron los dos representantes del estado –su abuelo sirvió tres legislaturas en Olympia, Washington, y cuando ocupó otro cargo en el gobierno, su abuela le sustituyó en su asiento- y ganó siete plazos antes de morir de cáncer.
“Vi el respeto que ella tenía por su trabajo en la manera como presidía las reuniones de las comisiones. Era inteligente y amable, con principios y compasión, era el conjunto”, recuerda Hahn.
Aunque Hahn ha ayudado a otros candidatos políticos y ha estado implicada en la causa pro-vida, siempre tenía niños en casa, donde ella vertía todas sus energías.
“Cuando mi hijo menor acabó la escuela, miré a lo largo de la mesa y le dije a mi marido: “Bueno, ¿qué voy a hacer ahora?”. Y conociéndome bien, él dijo: “¿Quizás es momento para la política?”.
Yo le miré, con los ojos abiertos, y dije: “Quizás sí”. Así que empecé a rezar y a ir con personas de este ámbito”.
“Podía optar sólo por mi barrio o por toda la ciudad –recuerda-. La gente me aconsejaba: “Ve a lo grande, ve para toda la ciudad, tú tienes un corazón para todo ello”. Y así lo hice”, explica Hahn.
Sus retos no son insignificantes. Hahn dice que para revitalizar la ciudad, tiene que enfrentar dos grandes problemas.
El primero el crimen relacionado con la droga. Con su cercanía a núcleos como Columbus, Cleveland, Youngstown y Pittsburgh, Steubenville es un foco para la actividad de la droga, que ha generado bandas y ha incrementado la delincuencia armada y la violencia en general.
“No sé por qué no hemos erradicado esto de manera más efectiva, pero la gente tiene miedo –reconoce-. Tenemos miles de buenas personas, pero tienen la sensación de que esta ya no es su ciudad”.
El otro gran obstáculo que Hahn quiere abordar es la imagen de la ciudad. “No hay una entrada bonita a Steubenville, pero cuando sales ves signos de mejora en todos los alrededores, principalmente por el dinero invertido por las empresas de petróleo y gas”, lamenta.
“Nada de esto está teniendo un impacto aquí porque la gente está preocupada por el crimen y por la imagen de la ciudad –dice-. Tenemos que tomarnos en serio estos dos temas si queremos atraer negocios y nuevos residentes”.
A pesar de los problemas de la ciudad, Hahn es rápida en destacar sus valores, que ella llama “tremendos”, como el bajo coste de la vida, bajos impuestos de la propiedad y que no hay mucho tráfico.
“También tenemos una fuerza de trabajo preparada, dispuesta y capacitada. Estamos en el Río Ohio. Tenemos un acceso fácil al ferrocarril y las carreteras. Somos un centro”, afirma.
“Y tenemos una comunidad muy cuidadosa, gente aquí que echa una mano y ayuda a los demás con autenticidad. Es el tipo de lugar donde quieres formar una familia. Estoy tan agradecida de haber podido tener la mía aquí…”, comenta Hahn.
Steubenville también cuenta con una de las principales universidades de Ohio llamada Eastern Gateway. Y por supuesto está la FUS, que atrae a estudiantes y profesores de todo el mundo.
Una mejor relación entre la universidad y la ciudad es otra cosa que Hahn espera promover.
Al principio, la universidad se trasladó desde el centro de la ciudad hasta su ubicación actual en la montaña. Era perfecto para la universidad, pero la consecuencia no deseada fue un sentido de separación de la gente de la ciudad y de la misma ciudad. Poco a poco esto está cambiando.
Hahn dice que algunos de los nuevos proyectos de desarrollo de la universidad proporcionarán grandes beneficios a la ciudad, y hay mucho más en lo que ambas entidades pueden hacer para trabajar juntas.
Hahn dice que está profundamente comprometida en servir a todos en Steubenville que continuará rezando por la sabiduría.
“Estoy buscando en las Escrituras lo que me dé el espíritu de Cristo mientras entro en esto para tener la gracia y la luz y ser una constructora de puentes”, explica.
“Quiero tener mis principios claros –continúa-. Quiero escuchar muchos puntos de vista. Yo tengo mis propias inclinaciones, pero quiero entender lo que lleva a otros a tener distintas perspectivas”.
“También estoy rezando para recibir la gracia de sopesar las críticas y encontrar los granos de verdad que hay en ellas”, reconoce.
“Mi foco siempre necesita volver a cómo estoy siendo una servidora pública –señala-. ¿Cómo estoy cuidando a la gente de esta ciudad? ¿Estoy comunicando eso en la manera como hablo, en la manera como respondo?”.
Esta inusual política dice que la oración es un buen punto de partida para quien quiere marcar una diferencia en su comunidad o gobierno local.
“Yo animaría a la gente a hacer una lista de todas las personas con un cargo público del gobierno municipal, entonces se la daría a los demás y les pediría que recen por esas personas”, dice Hahn.
“Pide al Señor que bendiga tu área y pídele si hay algo más que quiera que hagas para tener un impacto”, recomienda, esperando encuentros de compromiso e implicación en los temas que te conciernen.
“No queremos tratar al gobierno como territorio de Satán, nuestra fe debe permear todos los ámbitos de la vida”, dice Hahn.
“El papa Francisco dice que es momento de ensuciarse las manos, de implicarse en el barro de la vida y comunicar el cuidado de Dios y su amor a las personas que sienten que no tienen voz”.