NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS – El lenguaje y las escenas de contenido violento o sexual pueden herir la sensibilidad
Absolutamente todo es el último largometraje de Terry Jones, como es bien sabido, ex miembro del grupo cómico inglés Monty Python y responsable de títulos tan irreverentes como Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores, La vida de Brian o Erik el vikingo. Obviamente hablamos de un cineasta no apto para todas las sensibilidades y en este sentido Absolutamente todo no defrauda. Bajo su aparente mano de comedia descerebrada Jones despotrica contra todo lo que tiene oportunidad de ridiculizar. Es cuestión de cada uno tomárselo a broma o no.
Absolutamente todo nos cuenta la delirante historia de unos extraterrestres que dotan a un ser humano al azar de todo el poder imaginable para comprobar si lo empleará para hacer el bien o el mal. En caso de que lo utilice para hacer el mal, los extraterrestres destruirán el planeta Tierra.
Hasta que Neil Clark (Simon Pegg) descubre que tiene todo el poder del universo en su mano con solo agitarla el personaje la va haciendo allá por donde va pasando. Logra que una nave extraterrestre aniquile una clase entera de alumnos, consigue que el director del centro donde enseña lo trate con admiración y educación y hasta es capaz de hacer que los excrementos de su perro se recojan solos. Ya se podrán imaginar por dónde van los tiros en esta película.
Absolutamente todo no tiene demasiada fe en el ser humano. Neil Clarck no termina de hacer buen uso de su poder ni cuando se lo propone. Hay que tener extremado cuidado con lo que se pide. Delirio tras delirio Absolutamente todo alcanza su momento más hilarante y también divertido cuando un siniestro personaje secuestra a Clark y lo obliga a ejecutar deseos vanidosos pero también absurdos, como que el uniforme de la policía británica sea de color rosa. En fin…
En cualquier caso lo que al final queda de Absolutamente todo es un mensaje un tanto desesperanzador sobre la especie humana. Si bien la Tierra no es destruida por los extraterrestres, no es precisamente porque finalmente se haga un uso correcto del poder. El ser humano, nos dice Absolutamente todo entre carcajadas delirantes que van del fino humor inglés a la gracia de trazo algo más grueso, no está preparado para ser todopoderoso. El hombre está bien como está y como fue creado, un vida imperfecta pero hermosa.
Puede que al lado de otras formas de vida sea una existencia mediocre pero a nosotros no nos importa porque somos seres humanos. Nos reímos, lloramos, amamos, odiamos y perdonamos y puede que no haya mejor y más estimulante combinación de sensaciones en todo el universo. Por esta razón puede que al final, ganen los seres humanos porque más vale dejarlo todo como está.