La proverbial oveja perdida regresó al rebaño. El pasado 28 de octubre, alguien robó una estatua de Jesús que estaba expuesta en la entrada de la tienda de artículos religiosos Angels & Company, en la ciudad norteamericana de Monroe (Connecticut).
Fue una sorpresa para la devota propietaria Midge Saglimbene, que, incrédula, contó inmediatamente el caso a la policía local.
Tras cuatro días de silencio y de buscar en vano, la estatua de Cristo “reapareció” en el mismo lugar de donde había sido robada, en pleno día de Todos los Santos.
Restauración
Pero no sólo reapareció: el ladrón intentó redimirse haciendo una significativa restauración de la imagen votiva: la estatua, que antes tenía grietas y estaba descolorida, volvió renovada, con el manto repintado de rojo brillante y con la barba y el pelo de Cristo reavivados (Daily Mail, 4 de noviembre).
Intercesión de San Antonio
La escultura, valorada en 600 dólares, no estaba en venta. Tras el robo, la señora Saglimbene dijo que había orado día y noche pidiendo la intercesión de san Antonio.
Cuando la estatua fue devuelta, la propietaria perdonó al “buen ladrón”. “Él rehizo toda la estatua, movido por la bondad. Yo me quedé de pie frente a la imagen y sólo dije: gracias quien quiera que seas. Voy a rezar por ti”.
Buenas intenciones
Midge Saglimbene fue entrevistada por la estación local de TV, y dijo: “Jesús ya está de vuelta”. Quien se llevó la figura “no dejó ningún mensaje, pero creemos que fue algún ‘buen ladrón’, con buenas intenciones, y estamos agradecidos”.
Hoy celebramos a...