“¿Cómo podemos cambiar el miedo en confianza, la discriminación en respeto, la enemistad en amistad, la polarización en solidaridad, el estilo de vida autosuficiente en desinteresado, la cultura de usar y tirar en la cultura de prestar cuidado, y la confrontación en encuentro y diálogo?”, se pregunta el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso en el mensaje enviado a los participantes en la Asamblea Europea de las Religiones por la Paz, reunidos en Castelgandolfo (Italia) para discutir el tema Acogida mutua en Europa: del miedo a la confianza.
El purpurado menciona el documento programático de la Asamblea que enuncia los múltiples retos del continente europeo en nuestra época: el miedo a perder la identidad que conduce al radicalismo y al fundamentalismo, la tendencia a retirarse en sí mismos, la xenofobia, la intolerancia creciente hacia las diferentes religiones y minorías, las oleadas de migración forzada debido a las guerras, los regímenes dictatoriales y la crisis ecológica.
“La verdadera misión de la religión –señala el purpurado- es la paz porque la religión y la paz van de la mano. Ningún verdadero líder religioso puede ignorar la cultura de la deshumanización y la violencia o predicarla y apoyarla. Todos estamos de acuerdo en que la paz o la violencia y la confianza o el miedo proceden del corazón humano”.
“La oración, las prácticas espirituales, y las acciones en pro de la justicia y la paz pueden despertar nuestros corazones para superar la visión polarizada de considerar a nuestro prójimo como una persona aparte”, indicó.
“Hoy -concluyó- como líderes religiosos nuestro desafío urgente es transformar la desconfianza, la sospecha, la intolerancia en una nueva cultura basada en el respeto, el entendimiento mutuo, la no violencia, la solidaridad y la resolución pacífica de conflictos. Dado que nuestro patrimonio espiritual es tan grande, colaboremos para poner remedio a estos males sociales y culturales a través del diálogo y la cooperación”.
Artículo originalmente publicado por AICA