Comparación del Nazismo y el radicalismo islámico
Hoy, 9 de agosto, celebramos la onomástica de santa Edith Stein, judía, filósofa, profesora, carmelita, mártir y canonizada por Juan Pablo II como santa Teresa Benedicta de la Cruz. Todavía me vienen a la cabeza las palabras que escribió en su autobiografía, a finales de 1933, que quedaría para siempre inconclusa al serle extirpada la vida por los nazis: "Los últimos meses han arrancado a los judíos alemanes de su tranquila y natural existencia […]. ‘Me gustaría saber cómo ha llegado Hitler a ese horroroso odio contra los judíos’, decía una de mis amigas judías en aquellas conversaciones en las que nos esforzábamos por comprender lo que se nos había venido encima. Los escritos programáticos y los discursos de los recién llegados al poder daban la respuesta a la pregunta […] Se ha forjado de nosotros una caricatura semejante a la imagen que da un espejo cóncavo."
Cuando pienso en nuestros hermanos cristianos perseguidos, torturados y asesinados a manos del radicalismo islámico, no puedo evitar una comparación semejante, pues me gustaría saber cómo ha llegado el ISIS a ese horroroso odio contra los cristianos y contra todos los que no son como ellos. El silencio de Occidente ante lo que sucede en el Medio Oriente también nos recuerda la actitud que tomaron muchos alemanes frente a aquellos hechos pero, sobre todo, nos hace meditar ante un testimonio de comunión como el que Edith Stein ofreció por su pueblo, y que la llevó hasta el martirio.
En un día como hoy recordar a Edith Stein es recordar a los mártires cristianos que están muriendo a manos del odio, de la guerra, del fanatismo. Ella no se escondió ni dejó de expresar su sentir y su repulsa ante los eventos que se sucedían incluso con cartas de denuncia como la que dirigió al Papa Pío XI (Pontífice entre 1921 y 1939), en la que se pronunciaba diciendo: "Todos nosotros, que somos fieles hijos de la Iglesia y observamos las condiciones imperantes en Alemania con los ojos abiertos, tememos lo peor para el prestigio de la Iglesia si el silencio se prolonga por más tiempo. Estamos convencidos de que, a la larga, este silencio no logrará comprar la paz con el actual gobierno alemán. Por ahora, la lucha contra el catolicismo se hará en forma silenciosa y menos brutal que contra los judíos, pero no menos sistemática. No pasará mucho tiempo hasta que ningún católico pueda ocupar un cargo en Alemania, a menos que se ponga incondicionalmente al servicio del nuevo rumbo de los acontecimientos."
¿Qué le ocurrió a Edith Stein? ¿Por qué acabó como otros seis millones de judíos, asfixiada por el gas de las cámaras creadas por las SS y ordenadas por Hitler? ¿Cómo llegó a ser detenida por los nazis en Holanda?
Judía de origen, filósofa y profesora, se convirtió al catolicismo tras una serie de encuentros y experiencias que, como la muerte de su amigo Adolf Reinach durante la I Guerra Mundial, la pusieron frente al Misterio, "venciendo palmariamente ante mí sobre el aguijón de la muerte. Fue el momento en que mi increencia se rompió y resplandeció Cristo. Cristo en el misterio de la Cruz". De estas experiencias la más decisiva es la lectura de la Vida de santa Teresa de Jesús durante su estancia en casa de sus mejores amigos protestantes, los Conrad-Martius. Corría el año 1921. Fue en ese descubrimiento donde encuentra el modelo a seguir y donde surge su vocación al Carmelo descalzo femenino, aunque retrase su entrada por consejo de su director espiritual, que le ayudó a afirmar lo siguiente: "Progresivamente aprendí a reconocer que algo más se nos pide en este mundo y que incluso en la vida contemplativa el ligamen con el mundo no se debe romper. Creo, incluso, que cuanto más profunda es la atracción que nos conduce a Dios mayor es el deber de "salir de sí" en dirección al mundo para llevar allí la vida divina".