“Todo lo que quiera pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo”
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Un poco de historia
En 1914 el Padre Juan del Rizzo, salesiano, llegó a la ciudad colombiana de Barranquilla donde ejerció durante varios años su ministerio sacerdotal y donde empezó su devoción al Divino Niño. A los 13 años de compartir con el pueblo barranquillero fue trasladado a la ciudad de Medellín en la que seguía promoviendo dicha devoción.
La imagen que el Padre promovía era la del Niño Jesús de Praga pero al encontrarse con una asociación de devotos que tenía la exclusividad de la imagen y devoción, el Padre Rizzo buscó otra manera de fomentar la devoción al Niño Jesús.
Ya en 1935 el Padre Rizzo fue trasladado a la capital, Bogotá, y entre sus quehaceres pastorales encontró la imagen del Divino Niño. Y le construyó un santuario en su honor; al inicio se trataban de unos terrenos baldíos en el Barrio 20 de julio y desde ahí predicaba y promovía la devoción al Divino Niño. El Padre Rizzo era un convencido del poder de la infancia de Jesús y se tomó en serio aquella hermosa oración del Niño: "Todo lo que quiera pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo".
Fueron muchos los milagros que acontecieron y el Padre Rizzo, con mayor entusiasmo, aumentó el empeño por propagar la devoción al milagroso Divino Niño.
Desde entonces muchos han peregrinado al Barrio 20 de julio no sólo desde el interior del país sino desde varias partes del mundo, sobre todo de los países vecinos.
Preparaciones para la gran fiesta
Es septiembre el mes en que se celebra al Divino Niño del 20 de julio. En Colombia se cumplen 80 años desde que se promovió dicha devoción que desde sus orígenes estuvo encargada a los salesianos.
El pasado 5 de julio se inició la novena de los nueve domingos dedicada a contemplar la infancia de Jesús, y para hacer memoria de las innumerables bendiciones que el Divino Niño -honrado en el santuario colombiano- ha traído a la nación colombiana.
Novena de la Confianza al Divino Niño
Niño amable de mi vida,
auxilio de los cristianos,
la gracia que necesito,
pongo en tus benditas manos.
Padre Nuestro…
Tú que sabes mis pesares,
pues todos te los confío,
da la paz a los turbados.
y alivio al corazón mío,
Dios te Salve Maria…
Y aunque tu amor no merezco
no recurriré a ti en vano
pues eres Hijo de Dios
y auxilio de los cristianos
Gloria al Padre…
Acuérdate oh Niño Santo
que jamás se oyó decir
que alguno te haya implorado
sin tu auxilio recibir.
Por eso, con fe y confianza,
humilde y arrepentido,
lleno de amor y esperanza,
este favor yo te pido:
(Pedir la gracia que se desea) y
decir 7 veces: "Divino Niño Jesús, Bendícenos".
