Libro cómic francés comentado por L’Osservatore Romano sobre un grupo de exploradores que resuelven misterios alrededor de la Biblia y la historia en Tierra SantaL’Osservatore Romano, el diario de la Santa Sede, ha comentado en la edición de este martes 28 julio, el contenido del libro de viñetas de aventuras: Los exploradores de la Biblia (Les explorateurs de la Bible. Le manuscript de Sokoka- París, Glénat, 2015, paginas 48, eur. 13.90). Se trata de un cómic en el cuál sus protagonistas son los docentes del École biblique et archéologique française de Jerusalén.
Un sacerdote diocesano, personaje de la trama principal, que vive desde hace 40 años en Tierra Santa, experto en manuscritos del Mar Muerto es quien mantiene el hilo de la historia. Es una forma de hacer dialogar dos mundos aparentemente separados: el mundo juvenil, la historia, la arqueología y la Biblia.
El padre Guy Tardivy, prior de los dominicos, ha trabajando junto con los escritores del libro, Arnaud Delalande, Yvon Bertorello y Alessio Lapo, en el desarrollo de la trama, además consultando fuentes del École biblique en su 150 aniversario de fundación.
Una investigación que inició en 2013 en Jerusalén, cuentan los autores y diseñadores a Silvia Guidi. El padre dominico, Christian Eeckhout, de la Escuela Bíblica de Jerusalén, ha sido la guía para recoger el materia que da vida al ambiente de la obra: La grutas de Qumran, el desierto de Judea, Jerusalén, Belén, Nazaret, el lago de Tiberíades, la llanura de Jericó.
Estos lugares sirvieron de inspiración a los autores que alargaron la reflexión al diálogo con estudiosos de fama internacional sobre la Biblia para realizar una historia realista en lo posible. Lógicamente, es una historia de ficción, pero escrita para llenar algunos huecos históricos con imaginación, como por ejemplo la desaparición del tesoro del Templo después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 de la época cristiana.
Los diseñadores viajaron hasta Tierra Santa para construir las escenas del cómic, respetando realismo y precisión, indican en las entrevistas concedidas al diario del Vaticano.
La obra ha sido publicada en francés coincidiendo con tres aniversarios importantes: el jubileo de los dominicos, los 150 años de la Escuela Bíblica de Jerusalén y los 1600 años del descubrimiento de la tumba de San Stefano.