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Lectio Divina: Viernes XIII semana del tiempo ordinario

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Fundación Ramón Pané - publicado el 03/07/15
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Una guía para rezar con la Escritura
Fiesta de santo Tomás, apóstol
 
Invocamos al Espíritu Santo
 
Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén
 
Evangelio según San Juan 20,24-29.
 
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". Él les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!".
 
Palabra del Señor
 
1. Lectura, ¿Qué dice el texto?
 
"Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".
 
En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe
 
"Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!".
 
2. Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
 
Creo que no sólo Tomás pasó por esa incredulidad, sino también los demás apóstoles, además recordemos que cuando Jesús estuvo con ellos como ser humano, ellos veían sus milagros y aún así muchas veces dudaban, basta recordar lo que les dijo Jesús en la segunda multiplicación de los panes o cuando les dijo "Hombres de poca fe". Ahora en este mundo en el que vivimos que estamos bombardeados de tanta información, que muchos dicen o décimos tener la verdad y nos mienten o mentimos y luego nos damos cuenta que no es cierto, entonces perdemos o nos pierden la confianza y nos confundimos más. ¿Me comporto en muchas veces como Tomás?, ¿Que debo o debemos hacer para no ser hombres incrédulos, sino gente de fe?, ¿Cómo puedo lograr esto que Jesucristo me dice: ¡Felices los que creen sin haber visto!".?
 
3. Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
 
Señor, ayúdame a tener fe siempre, en cada momento bueno y malo de mi vida, que no dude de que tu siempre estás conmigo cuidándome y guiando mis pasos, mi andar, mi vida.
 
 
Amén
 
4. Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
 
En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe. (R)
 
5. Acción, ¿A que me comprometo con Dios?
 
Proponernos que en cada momento bueno o malo de nuestra vida, recordar que el Señor esta con nosotros y que él nunca nos abandona, "esto es fe".

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