Se destacaba de manera innecesaria la nacionalidad de las personas
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“Más de cuatro años de prisión para un ciudadano marroquí por tráfico de heroína”. “Un millar de inmigrantes intenta saltar la valla de Melilla”. “Mueren de frío 29 inmigrantes tras ser rescatados de una patera en Lampedusa”. “Rescatadas 5 pateras con 116 inmigrantes en la costa andaluza. Las embarcaciones habían salido de diferentes puntos de la costa marroquí”.
La Red Acoge presentó ayer en Madrid "Inmigracionalismo 2. Corta con las etiquetas: medios de comunicación libres de xenofobia", la segunda parte del "Estudio sobre Periodismo e Inmigración", que presentó el año pasado; una iniciativa con la que pretende desentrañar buena parte de los vicios y las malas prácticas de los medios de comunicación a la hora de contar la realidad de migrantes y refugiados.
“No se trata ni de racismo ni de mala intención. Más que de eso, se trata de errores”, señaló uno de los coordinadores del documento, Manuel Sobrino, en la presentación del Informe, que tuvo lugar este martes, 23 de junio, en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
Las cuatro frases iniciales de esta información son algunos de los ejemplos analizados en el estudio. Son titulares o fragmentos de informaciones en los que se detectan cuatro de las principales imprecisiones presentes en el relato informativo sobre inmigrantes y refugiados.
olvemos a la primera de ellas. “Más de cuatro años de prisión para un ciudadano marroquí por tráfico de heroína”. Según Red Acoge en este, como en otros muchos casos, se da una importancia destacada, casi abusiva, a la nacionalidad, algo que ya identificaron en el informe del año pasado.
“En numerosas ocasiones se destacaba de manera innecesaria la nacionalidad de las personas en las noticias sobre inmigración o con protagonistas de origen extranjero”. Además, el estudio incide en la escasa precisión a la hora de manejar términos como Islam, islamismo, islámico, islamista, musulmán o árabe. “De esta forma –indican–, algunos medios de comunicación han vuelto a emitir mensajes englobando a una comunidad, en este caso la musulmana, etiquetándola de agresiva, violenta o, directamente, próxima al terrorista”.
Pasamos a la segunda muesca. “Un millar de inmigrantes intenta saltar la valla de Melilla”. Este titular, para Red Acoge, es ejemplo del alarmismo que se extiende entre las informaciones de la prensa española, al incidir en “la cantidad de personas refugiadas e inmigrantes que de manera cada vez más intensa están llegando a Europa, o al menos intentándolo”, indican, para añadir que “es en estos casos donde resulta más importante una contextualización adecuada para que estas personas no se reduzcan a monedas de cambio entre los países”.
El tercer ejemplo, “Mueren de frío 29 inmigrantes tras ser rescatados de una patera en Lampedusa”, incide en la dramatización y la truculencia en el tratamiento informativo con el fin de captar la atención del consumidor de información. En este epígrafe destacan “el abuso de las historias ‘lacrimógenas’, la sobreexposición de noticias dramáticas y el uso de imágenes de niños y niñas para enfatizar la crudeza de los hechos”.
Cuarta, y última. “Rescatadas 5 pateras con 116 inmigrantes en la costa andaluza. Las embarcaciones habían salido de diferentes puntos de la costa marroquí”.
Los ocupantes de las pateras son tratados como cosas, nunca como personas. El recuento de las víctimas se parece al de los puntos de un partido de baloncesto. Según la Red Acoge se trata de un “tratamiento tristemente común en el ámbito de las políticas de inmigración y refugio de Europa. El hecho de que algunos medios de comunicación repitan el discurso oficialista acaba produciendo un efecto amplificador y distorsionador de la realidad”.
Cuatro ejemplos para sendos errores: importancia desmesurada al origen de las personas, alarmismo, sensacionalismo y cosificación.
Red Acoge, en su primer estudio, además del análisis de las noticias publicadas por medios españoles sobre migrantes y refugiados, recogió la opinión sobre este tema de profesionales de la información. En esta ocasión, ha preguntado directamente a las personas inmigrantes si se ven reflejadas en el relato de hechos que ofrece la prensa de nuestro país.
En una muestra simbólica de 43 personas procedentes de 18 países, el 90 por ciento de ellas “consideran que no están representados en los medios de comunicación. El principal reproche consiste en la homogeneización que hacen de la población migrante”, y el 95 por ciento “se siente representada de manera estereotipada”. El colombiano, vinculado al narcotráfico; dominicanas y rumanas, con la prostitución… Y podríamos seguir.
La congoleña Nicole Ndongala, congoleña, mediadora social en la asociación Karibu, señaló en la presentación del Estudio que “el fenómeno migratorio es considerado como un problema por los españoles” y pidió a los medios de comunicación social que cambien el tono de las noticias y que “cuando habléis de un ahogado en el Mediterráneo no os quedéis solo con la cifra. Esa persona tiene una familia, tiene unos amigos, y también os tiene a vosotros”.
El estudio Inmigracionalismo 2. Corta con las etiquetas: medios de comunicación libres de xenofobia forma parte de una campaña que se divulgará principalmente por redes sociales a través de las etiquetas #inmigracionalismo2 y #cortaconlasetiquetas.
Artículo originalmente publicado por Mundo Negro