Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Que el cristiano sea consciente de que sin la ayuda del Señor no podemos caminar en la vida. Lo subrayó el papa Francisco en la misa del 18 de junio de 2015 en la Casa Santa Marta del Vaticano.
El Pontífice subrayó que sólo podemos rezar bien si somos capaces de perdonar a los hermanos y de tener el corazón en paz.
Debilidad
Francisco desarrolló su homilía sobre estos tres puntos: debilidad, oración y perdón.
Subrayó ante todo que somos “débiles", una debilidad que “todos nosotros llevamos con la herida del pecado original”.
Somos débiles, afirmó, “resbalamos en el pecado, no podemos salir adelante sin la ayuda del Señor”.
También débiles en la fe, prosiguió. “Todos tenemos fe –afirmó– todos queremos seguir adelante en la vida cristiana, pero si no somos conscientes de nuestra debilidad, acabaremos derrotados”. Por esto es bella esa oración que dice:
Señor, sé que en mi debilidad no puedo nada sin tu ayuda.
Oración
El Papa habló de la oración. Jesús -explicó- “enseña a rezar”, pero no “como los paganos” que pensaban que “serían escuchados a fuerza de hablar”.
Francisco recordó a la madre de Samuel, que pedía al Señor la gracia de tener un hijo, y al rezar casi no movía los labios. El sacerdote la miraba y estaba convencido de que estaba borracha, y la reñía.
Perdón
Finalmente, Francisco dirige la atención al perdón. Y subraya que Jesús enseña a los discípulos que si no perdonan a los demás, tampoco el Padre lo hará: