Soy activa participante en muchas organizaciones confesionales de pastoral como el ministerio de la prisión KAIROS. En algunos de estas se ofrece la Comunión. Se me ha dicho que la comunión por parte de otra persona fuera del sacerdote, del linaje de Pedro, no es una comunión y no hay problema. Sólo es un símbolo y no una comunión real. ¿Cuál es la norma respecto a la comunión en estos servicios?
En algunas de las varias congregaciones protestantes y evangélicas, su creencia respecto a la comunión es muy cercana a la creencia católica. Sin embargo, sólo un sacerdote ordenado por un obispo que tiene auténtica autoridad apostólica puede efectuar el cambio del pan y el vino en el real cuerpo, sangre, espíritu y divinidad de Cristo. Lo que significa que estas congregaciones, aun cuando creen que están recibiendo la presencia real, no lo están haciendo. Están recibiendo un pedazo de pan y algo de vino.
En muchas congregaciones protestantes, evangélicas y no confesionales, sin embargo, no sólo no tienen un sacerdote válidamente ordenado, sino que ni siquiera creen en la presencia real. Su comunión está destinada a ser meramente un símbolo.
De la manera que lo mires, es esencialmente correcto decir que en las comunidades protestantes, evangélicas y no confesionales, y otras, la comunión o la Última Cena del Señor, es meramente un símbolo. La cuestión es, ¿eso lo hace aceptable para que la reciban los católicos? La respuesta es no, no lo es.
En la Iglesia católica, creemos que recibir la comunión es una señal y símbolo de unión; unión entre Cristo y aquellos que lo reciben, y unión entre todos aquellos que reciben a Cristo en este sacramento.
En el matrimonio, la unión física del esposo y la esposa es señal y símbolo de unión entre los dos. Si no hay unión –sin un compromiso de vida– entonces la señal de unión no se llevaría a cabo. Lo que significa que el sexo fuera del matrimonio es una mentira; estás diciendo con tu cuerpo que esa unión existe, que se ha hecho un compromiso, cuando realmente no existe tal unión.
Precisamente, es una mentira para alguien que no es católico recibir la comunión en la Iglesia católica, cuando primero que nada no hay unión con la Iglesia católica.
Cuando recibes la comunión en la Iglesia católica, estás diciendo con tu cuerpo que estás en unión con la Iglesia y que crees como nosotros creemos. Y no sólo respecto a la presencia real, sino también en relación al Papa, María, los demás sacramentos, la comunión de los santos, el sacerdocio, la salvación y así sucesivamente. Si no hay unión, no debería haber comunión.
Lo mismo aplica cuando recibes la comunión en una tradición religiosa no católica. Estás diciendo con tu cuerpo, que crees lo que ellos creen. Estás diciéndole a todos los presentes que esencialmente no hay diferencia entre lo que ellos creen sobre la comunión y lo que tú, como católico, crees sobre la comunión. Estás mintiendo con tu cuerpo. Es por eso que los católicos no deberían recibir la comunión, o la Última Cena del Señor, fuera de los límites de la Iglesia católica.
Por John Martignoni, apologista católico y biblista, fundador y presidente de Bible Christian Society, donde puedes encontrar mucho material apologético gratuito – CD, mp3, newsletters, y más-, y es anfitrión del programa de EWTN Open Line que sale en onda los lunes a las 3 p.m. Es también director de la Oficina de Nueva Evangelización en la diócesis de Birmingham, Alabama.
Hoy celebramos a...