Una muestra de orina que puede hacerse desde casa desde el inicio del embarazo
Una nueva prueba para detectar el Síndrome de Down promete ser más sencilla y menos cara. Podría aumentar la presión en los padres para abortar al bebé al pensar que es discapacitado, dicen los expertos. También podría añadir estigmatización de las personas con síndrome de Down.
La nueva prueba, describe el diario Clinical Proteomics, puede realizarse en casa con una muestra de orina al inicio del embarazo de la madre. Se ha encontrado que tiene una tasa de detección superior al 90% y puede proporcionar un resultado en alrededor de un minuto, de acuerdo con la cadena Británica ITV.
A los que reciben un resultado que indica un mayor riesgo de síndrome de Down se les ofrecerá una prueba de diagnóstico adicional, como la amniocentesis o la muestra de vellosidades coriónicas, para confirmar los resultados.
Pero Stephen Butler, científico director de MAP Diagnostics, que desarrolló la prueba, dijo al Daily Mail que el procedimiento “ofrecerá a las mujeres, y sus parejas, mucho más temprano en el embarazo, la posibilidad de tomar difíciles decisiones con confianza y sin presiones adicionales de tiempo”.
Ray Iles de MAP añadió que la compañía está intentando ofrecer la prueba al mayor número posible de mujeres alrededor del mundo en los próximos meses.
“Comprendemos la ansiedad que los padres enfrentan al no saber si su bebé estará afectado por esta seria discapacidad y esto nos ha conducido a persistir en nuestra investigación”, declaró.
Iles dijo que la prueba es mucho más asequible que otros métodos de selección; las pruebas prenatales no invasivas (PPNI) actualmente no están disponibles en todos los hospitales.
David Prentice, vicepresidente y director investigador con el Charlotte Lozier Institute, dijo que mientras hay “pocos casos donde es útil saber” los resultados de las pruebas, como por ejemplo para estar preparado en el parto para los cuidados especiales, la mayoría de las pruebas son usadas para propósitos eugenésicos.
“Esta es la triste actitud detrás de estas pruebas: "cribar" individuos considerados "menos valiosos’”, dijo Prentice. El Charlotte Lozier Institute, según se explica en su página web, promueve “una mayor comprensión de la opinión pública sobre el valor de la vida humana, la maternidad, y paternidad, y la identificación de políticas y prácticas que protejan la vida y estén al servicio de la salud de la mujer y el bienestar familiar”.
Mark Bradford, presidente del Jerome Lejeune Foundation USA, dijo que un estudio realizado en diciembre de 2014 conducido por el New England Center for Investigative Reporting indicó que la prueba prenatal no invasiva “está siendo usada como diagnóstico por algunas mujeres dando como resultado la decisión de abortar sin la confirmación de la prueba invasiva”.
“La lógica indicaría que hacer una prueba para el síndrome tan fácil y tan barata como la prueba de embarazo elimina el seguro y el factor de coste, así como también el papel de los profesionales de la salud en el proceso de revisión para anomalías fetales”, dijo Bradford, cuya fundación lleva el nombre del genetista que identificó primero el cromosoma Down.
“En algunos casos eso podría ser algo bueno, pero me temo que en la mayoría podría dar lugar a la fácil determinación del aborto temprano poco después de la prueba de las ocho semanas”, reconoció.
Bradford añadió que el continuo desarrollo de tales pruebas prenatales que tienen como objetivo principal el síndrome de Down “sólo sirve para reforzar una percepción defectuosa del mismo, es decir, impedir a toda costa un horrible nacimiento”.
“Es ingenuo pensar que las personas con síndrome de Down no son el blanco”, dijo, relacionando una anécdota de Jerome Lejeune que consolaba a un paciente con el síndrome, quien había visto un debate televisivo sobre la flexibilización de las restricciones del aborto con el primer objetivo de la eliminación del síndrome de Down.
“Fue corriendo a los brazos de Lejeune al día siguiente suplicándole que los salvara porque sabía que la gente los quería matar”, dijo Bradford. “Sentí que me habían dado un puñetazo en el estómago cuando leí la noticia del desarrollo de esta prueba. Cuánto más tendremos que soportar hasta que la comunidad médica finalmente entienda lo que las familias que tienen niños con síndrome de Down saben, es decir, que nuestros hijos no son tan diferentes de los demás y los amamos profundamente”.