La OBC se ha puesto esta semana en manos del maestro japonés Masaaki Suzuki, director, organista y clavecinista conocido no sólo por haber contagiado su pasión por la música antigua en su ‘lejano’ país, donde en 1990 fundó el Bach Collegium Japan, sino por haber convencido hasta la mismísima audiencia alemana de la calidad de sus grabaciones con criterios historicistas.
Nacido en 1954 de padres cristianos, ambos músicos amateurs, Suzuki comenzó tocando el órgano en la iglesia y tomó lecciones de un alumno directo de Gustav Leonhardt, uno de los padres del historicismo musical. Su maestro Motoko Nabeshima le introdujo luego en las aulas de Ton Koompan, en Amsterdam, pero acabados sus estudios regresó de inmediato a su país. “Nunca soñé con grabar la integral de las cantatas de Bach ni con hacer giras por Europa, es mi compositor favorito y quise llevarlo hasta mi público en Japón. Mis colegas y yo dimos lo mejor de nosotros y al final hemos tenido una respuesta muy positiva fuera”, señala.
El diario La Vanguardia ha entrevistado a este virtuoso que afirma que explica que aunque la comunidad cristiana en Japón es muy pequeña (el 1% de la población) “las costumbres cristianas han influido a todo el mundo, no hay nadie que no conozca la cristiandad, cada pequeña aldea tiene su iglesia y muchos se apuntan a celebrar las navidades”. Además, constata que hay una tradición vinculada a la cristiandad en Japón de la que “disfrutamos de su música y su pintura” aunque se trata de un país profundamente secular, de gente sin religión.
Para tocar a Bach es necesario tener Fe
Suzuki considera que el sentimiento religioso es imprescindible para acercarse a autores como Bach. “Si le soy sincero, creo que necesitas fe cristiana para tocar Bach de una manera profunda”, afirma. Y es que el músico cree que de otra manera “es difícil entender lo que dice su música”.
“Aunque la cifra oficial de cristianos en mi país es del 1%, parece que hay mucha más gente que tiende a querer conocer el verdadero sentido de la vida y que buscan en la biblia, porque muchos están en la fe sin estar en la Iglesia. y yo les hablo de las cantatas y de la biblia”, explica Suzuki.
No obstante, la política en Japón es que ninguna religión puede prevalecer sobre otra, que tiene que hablarse de ellas en la escuela de manera equitativa: “si se quiere hablar del cristianismo hay que hacerlo también del budismo y del Islam, etc.”. A lo que el músico responde: “Yo no creo que pueda haber gente sin religión, pero el posicionamiento oficial está siempre presente. Ahora el gobierno tiene tendencia a ser totalmente secular y al mismo tiempo alimentar el militarismo, lo que me parece muy peligroso. Pretenden que la religión no debe ser parcial, pero no existe una vida imparcial”.
Además, el músico japonés hace una revisión histórica en la que reflexiona acerca de la importancia de la memoria y el arrepentimiento: “desde que acabó la guerra, este es un país que no admite sus pecados. No tiene manera de arrepentirse. Y eso es algo que ofrece el cristianismo, poder decir, como Pedro, ‘estaba equivocado’. Si tuviéramos la capacidad de arrepentirnos podríamos mejorar nuestra relación con China y Corea, porque de momento los problemas con esos países no se discuten”.
Artículo originalmente publicado por Forum Libertas
Hoy celebramos a...