El Papa Francisco suele llamarle por teléfono o visitarle en las grandes ocasiones…
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Benedicto XVI celebra este jueves su 38º aniversario de ordenación episcopal. Es un recuerdo importante para el Papa emérito que además acumula el próximo 28 de junio otra fecha significativa, 64 años de servicio a la Iglesia desde su ordenación como sacerdote.
La ordenación episcopal ocurrida el 28 de mayo de 1977 en la catedral de Liebfrauendom, Mónaco, representa un momento importante en la vida de Joseph Ratzinger como seguidor de Cristo en la participación de un colegio de discípulos (Lumen Gentium 19).
Ratzinger marcó otro hito en esa época, fue el primer sacerdote diocesano, después de 80 años, en asumir las riendas de la gran arquidiócesis de Baviera.
El Papa teólogo, escogió, entonces, como lema pastoral “colaborador de la verdad”. Ratzinger explicó el porque de su decisión: “Me parece que esa es la relación con mi precedente tarea de profesor y la nueva misión”.
En un año el eminente teólogo, Ratzinger tuvo, por méritos humanos y académicos, un rápido “acenso” en su servicio a la Iglesia. Pablo VI nombra a Ratzinger en 1977, primero arzobispo (25 de marzo) de Mónaco y Frisinga (la ordenación episcopal tuvo lugar tal día como hoy, el 28 de mayo) y luego cardenal (el 27 de junio).
Como “el abuelo en casa” para el Papa Francisco
El Papa Francisco aún no ha enviado ningún mensaje oficial al Papa emérito, que se sepa. Pero no sería extraño que ya le hubiera llamado por teléfono o visitara como normalmente acostumbra a hacer en ocasiones especiales: onomásticos (19 marzo), consultas (23 marzo lo visita en Castel Gandolfo), Navidad (23 diciembre),…
De hecho, la relación de los dos Papas es muy familiar. El Papa Francisco definió, en una rueda de prensa el 28 de julio 2013, su relación con el Papa emérito así: “Es como tener el abuelo en casa. Pero un abuelo sabio”.
“Cuando en una familia el abuelo está en la casa -prosiguió- , es venerado, querido, escuchado. […] Para mí es como tener el abuelo en la casa: mi papá. Si tuviese una dificultad o algo que no entiendo, le llamaría: “Pero, dígame, ¿puedo hacerlo, eso?”.
En fin, la vida del Papa emérito en el monasterio Mater Ecclesiae transcurre entre la celebración eucarística de las mañanas, la visita de amigos que en este aniversario aumentarán y las lecturas académicas, la música que escucha y toca en un piano que lo sigue donde vaya desde hace más de 50 años, los paseos por los jardines vaticanos y la oración del rosario.