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Jóvenes de América piden ser escuchados

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Javier Ordovás - publicado el 24/05/15
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Foro Joven Latinoamericano/2015

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Entre lo que reclaman: “educación integral de la sexualidad y de una revalorización de la maternidad, también por parte del varón y la familia”.

Jóvenes líderes de organizaciones no gubernamentales de 10 países de América expresaron en la Declaración de Buenos Aires 2015 las conclusiones del Primer Foro Joven Panamericano. El documento manifiesta las prioridades y los principios de acción que proponen para superar los principales desafíos de la región.

El Foro fue organizado por Frente Joven, un movimiento que convoca a construir una sociedad más digna, coorganizado por World Youth Alliance y contó con la participación de diversas ONG de la región.

Sebastián Schuff, director del Foro, sostiene que “muchas veces en los foros internacionales, se trabaja más para cumplir demandas de grupos que imponen agenda que para solucionar los problemas reales de la juventud. Y lo grave de presentar falsos problemas es que se dejan de lado los problemas reales.” Por eso es unánime el pedido de una participación juvenil efectiva.

En la Declaración de Buenos Aires piden atender las necesidades fundamentales de todas las personas, desde el inicio de la vida hasta la muerte natural, desde un nuevo enfoque: “una cultura de solidaridad, subsidiariedad, respeto, compromiso y esfuerzo para el desarrollo”, para lo cual piden que se haga efectiva una participación juvenil legítima.

Reclaman con urgencia solucionar el problema de los jóvenes en situaciones de vulnerabilidad con “estrategias integrales que disminuyan la violencia causada por la inequidad y el narcotráfico, así como también la prevención y atención de adicciones, aplicando a la vez medidas tendientes al fortalecimiento y estabilidad de la familia, la educación y el trabajo digno”.

También ponen énfasis en la mortalidad materna, otra gran deuda del continente, especialmente, en la protección de las embarazadas y los niños por nacer de los sectores más vulnerables. Reclaman voluntad política para realizar las reformas estructurales a largo plazo que se necesitan para mejorar la atención antes, durante y después del embarazo, como la formación de obstetras, la cualificación de sistemas de información, de traslado y toda la infraestructura para atender las principales causas de muerte materna: hemorragias graves, infecciones e hipertensión gestacional. Pero también señalan la necesidad de atender las causas profundas a través de una educación integral de la sexualidad y de una revalorización de la maternidad, también por parte del varón y la familia.

En cuanto a la educación, propician ampliar el acceso para poner fin al analfabetismo y alientan la participación de la familia, la educación cívica y política y los espacios de contención extracurricular, pero además reclaman medidas de fondo, como fomentar la construcción de un proyecto de vida digno, fundada en el respeto por la propia vida y la de los demás.

La dificultad para acceder al trabajo también preocupa a los jóvenes, por lo que promueven la culminación del proceso completo de escolarización formal, la capacitación vocacional, medidas para facilitar el primer empleo y la promoción de los emprendimientos juveniles. Por último, señalan la importancia de preservar los recursos naturales y la responsabilidad del Estado de garantizar el acceso al agua potable.

“Este documento se debe volver vida, se debe volver derecho, libertad y desarrollo para todos y sobre todo para los más necesitados”, afirmó Santiago Santurio, quien presentó el documento.

“Las juventudes de América deben empaparse de estos temas y ser capaz de hablar sobre ellos, pero también tienen que poder ser escuchados” afirma Manuel Soto, de México, que además encontró en el Foro la posibilidad de visibilizar el compromiso de muchos jóvenes que día a día buscan un cambio a través de las ONG. Están en contacto con los sectores más vulnerables de sus países y son a la vez conscientes de la importancia de la cooperación a nivel internacional.

Nicolás Portela, de Uruguay, quiere “reivindicar lo que los jóvenes consideramos prioritario en la agenda regional y que no es tenido en cuenta en los organismos internacionales”. Concuerdan en que quienes hablan en nombre de las juventudes en esos organismos responden a intereses sectoriales, razón por la cual reclaman espacios legítimos que permitan una participación efectiva.

Todos concordaron en la necesidad de continuar con el Foro y de empezar a trabajar en red en estas prioridades. “Detrás de nosotros, hay muchos otros jóvenes. Es asombroso a cuántos representamos y cuánto podemos hacer”, dice Marcela Bordón, de Paraguay.

Para Jesús Eraso, de Colombia, incluso los disensos fueron positivos: “Cuando encuentras que tu opinión puede chocar con la de otros, pero al mismo tiempo aprendes, entonces eso es muy enriquecedor” e insistió en “crear una red para que haya comunicación, porque cuando hay comunicación se puede llegar a crear cosas exitosas como estas””

Ivana Cruz, de Guatemala, vuelve a su país con muchas ideas para aportar pero también reclama el trabajo a nivel regional: “El problema es que estábamos luchando por nuestra parte, pero evidentemente, la unión hace la fuerza”.
Kateri Salas, de México pone la mirada en el futuro de la iniciativa: “Esto debe continuar, sería muy bueno hacerlo cada año y sumar a más jóvenes para compartir experiencias, formación y sobre todo, empezar una nueva generación de jóvenes líderes”.

 

 
 

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