Se trata de la socióloga Hina Patras, de 25 años, que se presenta en el distrito del Valle de Swat, conocido porque en el pasado estaba dominado por los grupos talibanes que habían creado un “Estado dentro del Estado”, imponiendo su ley a la población del territorio y cerrando o destruyendo cientos de escuelas femeninas.
Hace seis años, las jóvenes que vivían en el valle de Swat no podían salir de sus casas y los talibanes les tenían prohibido recibir formación escolar. Así surgió la campaña por la educación de las niñas, que ha tenido como protagonista a Malala Yousafzai, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2014.
Hina Patras, representante de la pequeña comunidad cristiana de Swat, se ha unido a las filas de las personas valientes que promueven los derechos de las mujeres, de los grupos más vulnerables y de las minorías religiosas. Es trabajadora social de profesión, que en su experiencia se encontró con los pobres y marginados.
“La defensa de sus derechos y el compromiso para resolver sus problemas me llevó a participar en las elecciones. Quiero servir a la humanidad, independientemente de su religión y creencias. En mi trabajo, cuando me encuentro con las comunidades pobres, especialmente las mujeres, mi corazón se siente abrumado. Quisiera que fuesen felices y prósperas, con igualdad de derechos”, asegura convencida.
Los cristianos en el distrito de Swat en particular “no tienen iglesias o cementerios, son discriminados y considerados sólo para los trabajos más serviles, aunque algunos tienen un alto nivel de educación”, advierte Patras, tras señalar que ha encontrado apoyo de todas las mujeres del territorio, de todas las comunidades religiosas.
En su programa afirma que quiere centrarse en combatir contra la violación de los derechos de la mujer, “porque en esta zona la violencia doméstica es generalizada, así como los matrimonios con menores de edad, o los ataques con ácido”.
Hoy celebramos a...