Una Iglesia que fue perseguida, una Iglesia que se llamó Wenceslao, Gabriel, Carlos
El obispado de La Rioja informó de la próxima clausura de la investigación diocesana llevada a cabo para que la Santa Sede declare el martirio de los siervos de Dios Carlos de Dios Murias OFMConv., Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera, asesinados en julio de 1976.
El obispo riojano, monseñor Marcelo Daniel Colombo, convocó a los fieles a participar de la solemne clausura de la instrucción diocesana de la causa que investiga la muerte de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, así como de Wenceslao Pedernera, laico, esposo y padre de familia, para la declaración eclesial de su martirio.
La clausura de la fase diocesana de investigación será el próximo 15 de mayo, a las 10, en la catedral. A las 19 se celebrará en la localidad de Chamical una misa de acción de gracias por el trabajo concluido. Cumplidos estos actos, el obispo llevará las actuaciones a Roma para su prosecución en la Congregación para las Causas de los Santos.
El testimonio de estos cristianos
En su invitación, monseñor Colombo repasó los hechos por los que se investiga el presunto martirio de los siervos de Dios. Recordó que los sacerdotes Murias y Longueville fueron secuestrados y asesinados el 18 de julio de 1976, mientras que Pedernera fue muerto delante de su familia, en Sañogasta, el 25 de julio del mismo año.
Monseñor Colombo recordó que el cardenal Bergoglio, durante una celebración que presidió el 4 de agosto de 2006, dijo: “Una Iglesia que fue perseguida, una Iglesia que se fue haciendo sangre, que se llamó Wenceslao, Gabriel, Carlos, testigos de la fe que predicaban y que dieron su sangre para la Iglesia, para el pueblo de Dios, por la predicación del Evangelio y, finalmente, se hace sangre en su pastor”.
En aquella ocasión, el actual pontífice dijo, sobre el asesinato de los mencionados y el del obispo Angelelli, lo siguiente: “Pienso que ese día alguno se puso contento, creyó que era su triunfo, pero fue la derrota de los adversarios. Los primeros cristianos tenía una frase linda, «sangre de mártires, semilla de cristianos». La sangre de estos hombres que dieron su vida por la predicación del Evangelio es triunfo verdadero y hoy clama por vida, por vida de esta Iglesia riojana que hoy es depositaria”.
Monseñor Colombo adelantó que los actos del 15 de mayo “serán la oportunidad de dar gracias a Dios por haber suscitado estos hermanos queridos, testigos valientes del Evangelio del Reino de Jesucristo, aquí en La Rioja”
Artículo originalmente publicado por AICA